El final precipitado de ‘Gran Hermano Revolution’ abre un debate que lleva años gestándose. ¿Estaremos asistiendo al final de la época dorada de los realities? Con demasiada telerealidad de ha eliminado la emoción de los primeros años, cuando los formatos nos sorprendían a todos, al estar ante algo nuevo y novedoso.
Las cifras hablan por sí solas: Ha habido un descenso significativo de la audiencia en este tipo de formatos. Analizamos las claves que nos han dejado los últimos días en los realities en España.
2La llegada de ‘Gran Hermano’ a nuestras vidas
Corría el año 2000, y un 23 de abril llegaba a nuestras pantallas un programa llamado ‘Gran Hermano’. Poco se sabía de él, lo único que se conocía era su lema: ‘Bienvenidos a la vida en directo’. Una Mercedes Milá consagrada en el periodismo aparecía, ante varias pantallas que mostraban el interior de una casa en la que, durante tres meses, un total de 29 cámaras grabarían y emitirían la vida de sus catorce habitantes.
Este hecho supuso un antes y un después de la televisión en España. Nada volvería a ser lo mismo después de la emisión de la primera gala. Los informativos hablaban de ello, y en los bares, cuando no había fútbol, se comentaba lo que hacía sucedido en la casa de Soto del Real, dónde se encontraba por aquél entonces. Desde entonces, han pasado 17 años y 18 ediciones, y el público en España empieza a cansarse de lo mismo.