La presión mediática del caso Noós acabó con el prestigio de la Familia Real y con la imagen pública (y casi con la salud) de la infanta Cristina. Tanto ella como su numerosa familia dejaron atrás el pasado y se trasladaron a otro país: Suiza, tras haber vivido en Washington durante unos años momentos antes de que saltasen las alarmas.
En estos días, la infanta Cristina se encuentra totalmente sola, alejada de su familia. Solo la visita su madre, su hermana y sus sobrinos. Su hermano Felipe, el rey de España, no le dirige la palabra. Hubo un día en que todo cambió entre ellos.
3Juan Carlos quería a su yerno
El libro de los periodistas Esteban Urraiztieta y Eduardo Inda habla directamente de los contactos directos entre el Rey y su yerno. Juan Carlos se traza como conocedor de la trama que el marido de su hija llevaba a cavo. Tal vez no era consciente de la magnitud de sus actos en ese momento, pero fue el propio Emérito quien invitó a su hija y su marido a marcharse a vivir a Washington por lo que pudiera pasar. Y pasó.
Juan Carlos pensaba que ayudaba a su yerno a conocer a personas importantes. Se reunieron los dos con Camps y Barberà en su día. Aquellas cenas informales, fueron aprovechadas por Urdangarín para empezar una trama de fraudes que acabaría salpicando a la casa que le había dado de comer.