Joaquín Cortés, uno de nuestros bailarines más internacionales, encontró la fama pero no la supo mantener. Este gitano de pura cepa conquistó los escenarios de medio mundo con su arte durante los años 90.
Joaquín Cortés sufrió los estragos de la crisis económica que azotó nuestro país, pasando auténticas penurias durante años. Hoy en día sobrevive con mucho menos de lo que tenía en su momento. Y es que Joaquín Cortés pasó de vivir con súper modelos a vivir prácticamente sin nada.
2 Coreografías y compañías
Su primera obra no tardó en llegar, llamada ‘Cybayí’. En ella, él mismo interpretaba dos solos que dejaron al público con la boca abierta. No era algo convencional, estaba mucho más allá de la realidad. Con una bulería y una farruca, expresaba todo su arte flamenco y conseguía una ovación allí donde fuese.
La gira de su obra le llevó a dar la vuelta al mundo y a coronarse como uno de los mejores bailarines de todos los tiempos. Joaquín Cortés había conseguido lo que muchos otros habían soñado: ganarse la vida con su arte y hacer de su nombre todo un icono. Las localidades se acababan en cuanto aparecía su nombre en el cartel de un espectáculo.