La reina Letizia disfruta de su condición de consorte, un título que sabía que obtendría cuando conoció a un joven Príncipe Felipe. La realidad es que no estaba preparada para reinar en esos momentos, pero cual ave fénix cogió impulso, ganas y un gran esfuerzo desde el minuto uno para llegar hasta donde quería y, llegado el momento, se le exigiría: la Corona.
Pero, antes de llegar hasta donde hoy está, también tuvo que renunciar a gran parte de su vida pasada. Los sacrificios de Letizia le han llevado a enterrar a la joven periodista que hasta entonces aparecía en televisión para crear a una astuta reina.
7 Trabaja igual que antes
Eso es lo que transmite a sus allegados. La Letizia periodista se entregaba a la carrera, pasaba horas y horas en los estudios de televisión preparando sus intervenciones. Siempre estaba al día de todas las noticias y preparada para la acción. Era una profesional excelente que todos recordamos.
La Reina Letizia, en nuestros días, intenta seguir con la misma dinámica. En este caso no es solo una presentadora es la cara visible de un país y de una monarquía. En tiempos de crisis ha tenido que sacar fuerzas para dar la cara. Alejar a miembros de su propia familia y centrarse en las personas que se quedan dentro cuando se cierran las puertas de palacio, pues antes ponía rostro al equipo de informativos de TVE y ahora representa como reina a toda una nación.