El nombre de Antonia Dell’Atte fue uno de los más repetidos y escritos por la prensa a lo largo de los años 80, 90 y el 2000. Desde sus ejemplares inicios como modelo de la mano de Armani a su estrellato en televisión, la Condesa de Lequio vivía los mejores años de su vida hasta que un hombre se cruzó en su camino: Alessandro Lequio.
5Del estrellato a la guerra mediática: su gran mal
En el mes de mayo de 1993, durante la rueda de prensa para la presentación del programa ‘¿Qué apostamos?‘, Ana Obregón salía del paso a una de las preguntas y jugando a la provocación respondía: “Me vuelve loca que me critiquen. Me excita mucho que la gente hable mal de mí”.
La respuesta de Antonia no se hizo esperar desde la revista ‘Pronto’: “Lo de mi marido y Ana Obregón no es amor, porque Alessandro sigue enamorado de mí. El buscaba dinero y ella un título nobiliario, eso es todo”. Sus palabras hacia la mujer que le arrebató de los brazos de Lequio no tenían fin: “tonta, fantasiosa, mentirosa, sinvergüenza y de inteligencia muy corta”, así se refería Dell’Atte hacia Ana. Incluso también tuvo palabras para el hijo de Ana, al que calificaba por entonces de “estar como un cerdito”.