Cuando Irina Shayk y Cristiano Ronaldo terminaron su noviazgo, se habló largo y tendido de la mala relación de la modelo rusa con la familia del portugués, especialmente con Dolores Aveiro, su madre, de la que se decía que intentaba controlar todo en la vida de su hijo, algo por lo que Irina no estaba dispuesta a pasar.
3La soledad de Georgina
En un momento dado, vimos cómo Dolores Aveiro pasaba por delante de su nieto y su nuera sin mirarles y sin dirigirles la palabra, quedándose a varios asientos de distancia junto a su hija Elma, con bastante cara de disgusto a pesar del buen resultado que hizo el equipo de su hijo, con dos goles a favor, los mismos que de momento parece haberle metido la ex dependienta de El Corte Inglés.
Texto y fotos: Lagencia Grosby