Oriana Marzoli fue una de las estrellas invitadas a la tradicional noche de Halloween que el Parque de Atracciones de Madrid celebra cada año por estas fechas. Llegó con amigos, discreta y, al contrario que muchos otros ‘chicos reality’, sin apenas ganas de pasar por photocall.
No obstante, la interceptamos, nos hizo el favor y accedió muy amablemente a contestar a nuestras preguntas. Su conversación con las cámaras de ‘Cotilleo’ hizo que el resto de compañeros de prensa no quisieran perderse las declaraciones de una de las mujeres más polémicas y magnéticas de la televisión, no solo española sino internacional.
La colaboradora de Telecinco se encuentra en un maravilloso momento profesional y personal. En lo laboral, no le puede ir mejor: trabaja como asesora del amor en el programa que le brindó la fama (‘Mujeres, Hombres y Viceversa’), un «escalón» más dentro de la pirámide que compone el proyecto de ‘Magnolia’, un puesto que defiende con uñas y dientes y cuya presencia, la suya, está entregando al programa los picos de audiencia que meses atrás se resintieron hasta cotas mínimas históricas.
En lo personal, la vida la sonríe junto a Luis Mateucci, un argentino al que conoció en el segundo reality internacional en el que participaba: ‘¿Volverías con tu ex?’. Y no solo obtuvo el amor de Mateucci como galardón sino que junto a él se alzó con la victoria de un programa de televisión que, además de basarse en estrategias de convivencia, poniendo a prueba el amor de tu pareja, también primaba la estructura y la complexión física, demostrada con creces por parte de la pareja triunfadora.
«Después de tres años he cerrado una etapa en Chile«, nos comenta. Y añade, «si me llamasen para participar en ‘Gran Hermano VIP’, entraría encantada». La productora y la cadena mostraron interés en su figura para la última edición, donde habría convivido nada más y nada menos que con Aída Nizar y sus amigos Aless Gibaja y Marco Ferri. Sin embargo, prefirió repetir experiencia en el país andino. Ahora es su momento. La televisión la ama y ella a la televisión, un amor recíproco que nos hace augurar que nos queda Oriana para rato.