A los pocos días de conocer a la nieta de Carmina Ordóñez, Cayetana, no podemos evitar sentir que la esencia de esta gran mujer vive a través de sus ojos. Carmina fue todo un símbolo de la alta sociedad española.
Una mujer que transmitió a sus hijos las ganas de vivir y de mostrar siempre una sonrisa. Repasamos hoy los inolvidables momentos que la Divina nos regaló a través de sus años.
2Marraquesh
Carmina era una amante del lujo y de todo lo exótico. Tenía una forma de vestir y de cuidar su cuerpo peculiar. Le gustaba lucir siempre su melena al viento y su piel tostada. Había un rincón en el mundo en donde podía sentirse plenamente libre, Marraquesh, era su segunda ciudad, en donde pasaba largas temporadas.
Era una forma de evitar la prensa y de empezar de nuevo. Podía ser una persona anónima que disfrutaba de los mejores momentos junto a su familia. Una mujer que se cuidaba y relajaba en compañía de unos pocos. Solo los escogidos fueron los encargados de conocer a la auténtica Carmina.