Se cumplen 20 años del momento que llevó a Iñaki Urdangarín a ocupar un espacio relevante en la línea de sucesión al trono español, al menos, como ‘esposo de’. Casarse con una infanta después de tener varias (muchas) relaciones con mujeres plebeyas, no debió ser nada fácil.
Enamorar a una persona que lo dio todo por él, quizás no fuera más que una estrategia empresarial. El entonces duque de Palma tenía muy bien ojo para los negocios. ¿O no?
2El funcionamiento de Nóos
En 1999 Iñaki Urdangarín y su socio Diego Torres fundaron el instituto Nóos. Se trata de una fundación sin ánimo de lucro, relacionada con otras entidades sociales de la misma titularidad, una consultoría energética Nóos, la inmobiliaria Aizoon y el centro De Goes. Con este curriculum empresarial el yerno del rey era todo un empresario.
En 2003 Urdangarín se posicionó como presidente de Nóos. La idea original de esta entidad era actuar de mecenas, buscar fondos para proyectos importantes para el desarrollo humano. Con gran interés y responsabilidad social, tenía la fama de ser una fundación dispuesta a ayudar a cambiar el mundo.
Hasta que salieron a la luz las facturas de la fundación cada vez que iniciaba un acto para recaudar fondos, su supuesta actividad principal.