Hubo una época en nuestro país en la que los niños, se entiende menores de edad, podían ser fotografiados, y además, publicados en prensa. También existió un tiempo en el que los padres mataban por que sus hijos apareciesen en programas de televisión, anuncios de pañales y diesen el salto a los escenarios o la gran pantalla.
Cuando la fama te golpea fuerte en la cara y todavía no tienes la madurez de un adulto, en ocasiones, de hecho, en la mayoría de los casos, ese poder mal gestionado acaba en tragedia.
2Marisol
El caso de Marisol es perfectamente equiparable al de Joselito. Ambos eran niños, y además, coetáneos. El ritmo de trabajo de la pequeña niña de Málaga era demasiado exigente para alguien de su edad. No extraña que su retirada de los focos fuese a la temprana edad de 30 años.
Infinidades de rumores se han vertido en relación a su estilo de vida, sus supuestas tendencias depresivas y su encierro voluntario en una pequeña casa de la Costa del Sol.
«Es una persona que estaba tocada con la varita. Hacía cosas difíciles que parecían fáciles», explica su hija Celia Flores en una entrevista con Pepa Bueno. «Se retiró a los 30 años porque vivió un nivel de trabajo extremo» y «le tocaba su jubilación».