Los herederos al trono de las monarquías europeas son especialistas en provocar escándalos. Una vida repleta de lujos y una misión en el mundo: Reinar o representar a su país. Puede complicarse un poco más de la cuenta, por las salidas nocturnas y alguna que otra mala compañía. La presión pública es tan grande que nunca se sabe que ocurrirá.
En las Casas Reales del viejo continente, cuanto más antigua y prestigiosa sea la institución más prisa por destruirla. Sin ser conscientes de la responsabilidad que conlleva ser los herederos, suelen realizar una serie de actos con los que toda la prensa internacional se les eche encima. En realidad son solo adolescentes o jóvenes que quieren pasárselo bien.
Algunos de estos escándalos les perseguirán de por vida, otros serán olvidados, seguirán formando parte de su historia personal.
4Máxima y su pasado dictatorial
Máxima de Holanda no lo tuvo fácil a la hora de llegar al corazón de sus futuro súbditos. El que sería su pareja y esposo, Guillermo de Holanda se intentó mantener al margen de su pasado. Al poco de anunciar el compromiso, la prensa sacó a la luz unos hechos un tanto preocupantes.
La familia de Máxima de origen argentino, había tenido relación directa con la dictadura de Varela. Una dictadura que como todas fue la responsable de la represión y la desaparición de cientos de personas. La presión fue tal que el padre de Máxima no aparece en la boda, ni puede pisar palacio.
El pueblo es el encargado de aprobar o no a los futuros cónyuges, pero parece que han empezado a olvidar el pasado.