Desde que Letizia Ortiz pusiera un pie en Zarzuela, los reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, no tuvieron más remedio que comulgar con ruedas de molino y llevar a cabo un profundo ejercicio de reflexión para asumir que su hijo, el heredero de la Corona, se casaba con una divorciada, atea, y según algunos medios de comunicación a través de fuentes cercanas a la periodista, una republicana.
9Letizia y su relación con Jaime de Marichalar
La elección marital de los hijos de los reyes eméritos solo les han traído dolores de cabeza. Lo de Iñaki Urdangarin es caso aparte. Letizia tampoco ha sido jamás santo de la devoción de don Juan Carlos y en 2007, cuando la infanta Elena anunció el ‘cese temporal’ de la convivencia con su marido, Jaime de Marichalar, la posición de Letizia en este caso fue clara: apoyaba y protegía a su ex cuñado.
Su amistad con el que fuera su cuñado se mantiene hasta estos días, algo que el núcleo más íntimo de la familia, como doña Sofía o el propio emérito Juan Carlos I nunca llegaron a comprender. Conexión intelectual o el hecho de venir de familias más o menos plebeyas a una Casa Real en toda regla puede ser uno de los motivos de feeling entre Jaime y Letizia, algo que todavía pica a doña Elena y su madre.