Desde que Letizia Ortiz pusiera un pie en Zarzuela, los reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, no tuvieron más remedio que comulgar con ruedas de molino y llevar a cabo un profundo ejercicio de reflexión para asumir que su hijo, el heredero de la Corona, se casaba con una divorciada, atea, y según algunos medios de comunicación a través de fuentes cercanas a la periodista, una republicana.
2Adiós, princesa
David Rocasolano, primo hermano de la reina Letizia por parte de su madre, Paloma, escribió un libro que hizo temblar los cimientos de Zarzuela. En él, se despachó a gusto contra la entonces princesa de Asturias, su marido y los eméritos. Sobre el rey Juan Carlos y las relaciones familiares llegó a poner negro sobre blanco: “He leído y escuchado en muchos sitios que Juan Carlos mantiene una relación poco cordial con Letizia. Que se llevan mal, en resumen. Yo no lo percibí nunca así El trato que el rey dispensa a Letizia es parecido al que le ofrece a Sofía, a sus hijos o a sus nietos. En las numerosas ocasiones en las que los he observado, jamás he visto de Juan Carlos un gesto de cariño o afecto hacia su hijo».
Y añadió: «Ni hacia nadie. Juan Carlos trata a todo el mundo por igual, no debe ser clasista, con una indiferencia y un desdén tan palpables que impresionan. Como si estuviera por encima del bien, del mal y de nosotros. Como una deidad a un insecto. Da la impresión de que se ha creído su papel, de que ha interiorizado que es un ser superior que merece el vasallaje, y va por la vida luciendo una displicencia absoluta, un desinterés indisimulado hacia todo lo que no sea él”. Adiós, Princesa, de David Rocasolano.