María José Campanario está en el camino de la recuperación. Lejos quedan aquellas alarmantes imágenes de la mujer de Jesulín de Ubrique saliendo de la clínica El Seranil de Málaga en las que apenas articulaba palabra y donde no disponía de demasiada movilidad física.
2¿Fin a su obsesión?
El aspecto de María José en aquel momento hizo saltar todas las alarmas: había cogido algo de peso por el tratamiento, su forma de caminar no era la habitual y apenas podía articular palabra. Pero si algo llamó especialmente la atención de los medios y el público, fue el color de pelo que la Campanario decidió llevar durante su estancia en El Seranil: rubio platino al más puro estilo Belén Esteban.
Un sospechoso tono en su cabello que desembocó en un debate basado en una supuesta obsesión de la de Castellón hacia la de San Blas.