Éxito, dinero, fama… ¿Quién le iba a decir a un chico de un pueblo de Cádiz de no más de 18.000 habitantes que se convertiría en el torero más popular de los últimos 20 años en nuestro país?
Jesulín de Ubrique era la gallina de los huevos de oro del mundo del toreo a finales de los años 90. Su curiosa forma de hablar, su mítica finca ‘Ambiciones’, su familia, su mascota Currupipi (¡un tigre!), su salto al mundo de la música y por supuesto, su primera novia oficial, Belén Esteban, hicieron de él el personaje mediático que más interés suscitaba.
6La preocupación de su familia
El marido de María José Campanario no está atravesando por su mejor momento personal ni profesional. A los problemas de salud de su esposa, que se encuentra ingresada en la clínica ‘El Seranil’ de Málaga, hay que añadirle que su última aparición en una plaza de toros no fue demasiado aplaudida.
En declaraciones exclusivas para ‘Socialité’, Carmen Bazán explicaba que «Jesús está bastante triste«. Y continuaba diciendo que «pero yo tengo confianza en Dios y en que todo se va a poner bien».
La madre de Jesulín es una persona que, a pesar de haberse intentado mantener al margen, siempre ha terminado hablando. Su difícil postura ha causado malestar en Belén Esteban, madre de su nieta mayor y en otras ocasiones en María José Campanario, su nuera desde hace más de 15 años.