Éxito, dinero, fama… ¿Quién le iba a decir a un chico de un pueblo de Cádiz de no más de 18.000 habitantes que se convertiría en el torero más popular de los últimos 20 años en nuestro país?
Jesulín de Ubrique era la gallina de los huevos de oro del mundo del toreo a finales de los años 90. Su curiosa forma de hablar, su mítica finca ‘Ambiciones’, su familia, su mascota Currupipi (¡un tigre!), su salto al mundo de la música y por supuesto, su primera novia oficial, Belén Esteban, hicieron de él el personaje mediático que más interés suscitaba.
2Desgaste físico
El pasado sábado, Jesús acompañaba a su hermano Víctor a torear a la localidad avilesa de Lanzahíta. A los pocos minutos de echarse al ruedo, el diestro tuvo que salir en ambulancia junto a los incómodos abucheos del público que se había desplazado hasta la plaza.
En declaraciones exclusivas para la revista ‘¡HOLA!‘, Jesulín ha confesado que «de repente sentí el cuello y los músculos totalmente rígidos y me asfixiaba… Aun así llegué hasta la enfermería por mi propio pie». El matador tenía pensar regresar al redondel para acabar la faena, sin embargo, los médicos se lo desaconsejaron.
«Me senti como si se me hubiera acabado la batería, como si me hubieran desconectado. En el momento en el que quise hacer un esfuerzo fuera de lo normal, mi cuerpo no respondió».