14 años se cumplirán el próximo mes de noviembre desde la llegada de Letizia Ortiz Rocasolano a la vida de los Borbones, y por ende, a la de todos los españoles.
Desde su desembarco en Zarzuela hasta nuestros días, la reina ha adquirido una esperada y programada relevancia que culmina con este último posado en los jardines del palacio de Marivent en Palma de Mallorca. Una responsabilidad que Letizia conoce a la perfección y que constantemente proyecta con detalles no verbales.
A lo largo de estos años, la foto oficial del posado de Marivent ha ido perdiendo miembros de la familia hasta quedarse oficialmente con cuatro: los Monarcas y sus dos hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía.
2Marivent, 2005
Desde siempre, las infantas Elena y Cristina han estado muy unidas a su hermano. Sin embargo, todo cambió con la entrada en la familia de Letizia. Hubo un hecho que marcó un antes y un después. Ocurrió en 2005, cuando se celebró el bautizo de Irene Urdangarín, hija de Cristina e Iñaki, en el Palacio de la Zarzuela. La infanta Cristina pidió a don Felipe y doña Letizia si sus suegros, José Urdangarín y Claire Libaert, podían hospedarse en su casa.
El rey no tuvo tiempo de articular respuesta porque Letizia se le adelantó para decir no. Alegó que estaba en sus últimos meses de embarazo y que no se encontraba bien para tener huéspedes. Lógicamente, nadie entendió semejante respuesta. Y más si tenemos en cuenta que en la casa de Felipe y Letizia hay espacio de sobra. Hablamos de 1.800 metros cuadrados divididos en un semisótano, dos plantas y buhardilla. Por no hablar del personal de servicio. Vamos, que si quieren, no tienen ni que moverse, tocan un timbre y acude el personal.