María José Campanario lleva 15 días ingresada en un hospital psiquiátrico y su marido, Jesulín de Ubrique, sólo ha ido dos veces a visitarla. Según la última hora que José Antonio León narró el pasado martes en ‘Sálvame Diario’, la mujer del torero se encuentra aislada y sin privilegios, según el parte médico (no oficial) al que ha tenido acceso el citado programa y en el que afirman que «evoluciona favorablemente y en colaboración con la paciente».
Jesúlín de Ubrique no atraviesa el más feliz de sus momentos debido al ya confirmado ingreso de María José Campanario en un centro psiquiátrico como dio a conocer Kiko Hernández en exclusiva. Ahora Jesulín, convertido de nuevo en protagonista secundario de este suceso, se encuentra a la espera de que María José reciba el alta médica mientras que su hija Andrea cumplirá 18 años el próximo 20 de julio.
María José, por su parte, ha roto su silencio en su revista de cabecera, ‘¡HOLA!’ donde ha querido aclarar que su ingreso hospitalario no se debe a un cuadro de ansiedad ni a depresión. «No es cierto que esté en la unidad de psiquiatría, ni estoy por depresión ni por ansiedad… Ni tampoco tengo lupus, como se ha dicho«, comenta la Campanario para la prestigiosa publicación.
«Que estoy bien, ¡de verdad! Sé que muchas personas se están preocupando por mí… pero no hay motivo. He ingresado en este centro de forma voluntaria», continúa diciendo. Después de días en los que María José desmentía (de una manera irresponsable y poco generosa con los medios que se interesaban por su salud) su ingreso hospitalario, por fin ha confesado que «llevo quince días ingresada en una clínica para que me regulen la medicación del dolor, el sueño y la alimentación.
Pero la mujer del torero no ha sido la única famosa que ha tenido que pasar por este mal trago. ¡Revelamos el nombre de otros famosos en similares circunstancias!
4Julián Contreras Jr.
Julián Contreras Jr. también confesó en 2014 sus problemas:
«Se me pasó por la cabeza quitarme de en medio. Sí. Además, creo que fue el 10 de agosto, el cumpleaños de mi padre. Fue muy duro. El 11 de agosto falleció, se suicidó, Robin Williams. Y yo pensaba en este señor que había invertido su vida en hacer reír a los demás, cómo podía sufrir tanto por dentro. Yo ese día me rendí. Lo reconozco. Ese día no quise seguir. Esa noche, si no es por mi madre y aunque sorprenda, si no es por mi sobrina, a quien, como he dicho muchas veces, quiero como a una hija… En ese momento lo vi claro. Ya no podía más. Cuando me recetan las mismas pastillas que a mi madre, me derrumbo. No puedes dormir porque no sabes lo que viene mañana. Te acuerdas de los que ya no están. Te acuerdas de tantas cosas que no pudiste decir y que no pudiste hacer. Mi madre se murió sin que yo pudiera cogerle la mano una última vez. Eso me persigue y me perseguirá toda la vida. Esa noche no quise seguir, pero aquí estoy».
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