La familia real española está envuelta por un halo de misterio cimentado en un pacto no escrito con la prensa por el cual jamás se levantarían las alfombras de palacio. Sin embargo, los tiempos cambian y los reyes eméritos, Juan Carlos y Sofía, han contemplado con horror cómo lo que ayer era intocable hoy ya no.
La última polémica en la que se ha visto envuelta Zarzuela data de un libro publicado por Amadeo Martínez Inglés, en el que el ex coronel habla de la vida amorosa de don Juan Carlos I fuera de su matrimonio con la reina doña Sofía.
7El Fortuna
La pasión del rey Juan Carlos por el mar ha dado lugar a controversias. El primer yate real data de 1976 y fue regalo del rey Fahd. Sin embargo, nada que ver con el Fortuna que hoy duerme el sueño de los justos.
Este todoterreno marítimo costó 7.000 millones de pesetas, la versión oficial hablaba de 3.000. Inicialmente, iba a ser pagado por un grupo de empresarios mallorquines. Sin embargo, el presupuesto previsto aumentó de tal manera que hubo que recurrir a empresarios catalanes y de otras comunidades autónomas. Los patrocinadores del obsequio se constituyeron en fundación para así tener grandes ventajas fiscales a la hora de desgravar el dinero desembolsado.
Las relaciones del rey Juan Carlos con las monarquías árabes siempre han sido excelentes. Tan solo hay que recordar los 100 millones de dólares que le dejó el rey Fahd. La generosidad de los jeques no tiene límites. Al punto que uno de ellos regaló joyas valiosísimas al monarca y su familia. Entre los presentes, destacaba una daga cuya empuñadura estaba incrustada de piedras preciosas para el príncipe Felipe. ¿Y qué hizo el heredero? Mandó desmontarla y con las piedras preciosas encargó que le hicieran una pulsera para su amor de entonces, Isabel Sartorius.
El jeque árabe también obsequió a los ministros de entonces, del PSOE, con un reloj de oro para cada miembro del gabinete de Felipe González. El gobierno se planteó regular este tipo de presentes y se lo comunicaron al rey, que se negó en redondo: “Qué queréis. Está uno aquí pringando todo el día y encima me pedís que rechace estos detalles…”, tamaña respuesta fue revelada por José García Abad en La soledad del rey.