El pasado 20 de junio a las 13.30h de la tarde, Aída Nizar y Mariano Navarro, marido de Irma Soriano, se veían las caras en el Juzgado de Instrucción nº 41 de Madrid después de que la vallisoletana le interpusiese una demanda por agresión física. En una de las galas de ‘Gran Hermano VIP’, Aída Nizar quiso comentar el paso de Soriano por el concurso, hecho que hizo saltar rápidamente a Navarro de su silla para dirigirse a Nizar “de la peor de las maneras”, según ella.
Pero el gran problema llegaría en una de las pausas publicidad del concurso, donde la tensión entre ambos llegó a ser tan grande que la propia colaboradora aseguró que Mariano llegó a estar fuera de sí mismo y actuar de un modo incorrecto propinándole un “manotazo en la cara”, algo que el juez ha avalado.
La ex gran hermana nos confesó en exclusiva que estaba “entusiasmada después de saber que se hará justicia con este tipo de personas que son agresivas y que alzan la mano a cualquier ser humano, sea hombre o mujer”, afirmaba una Nizar optimista y que no se equivocaba. Por su parte, Aída nos aseguró aquello fue un momento duro y la vez vez bochornoso para ella «tras tener que ser visto por los allí presentes».
Según Aída, Mariano la insultó y la llegó a agredir con un manotazo en la cara. Casi tres meses después de que tuviese lugar este rifirrafe, el juez ha dado la razón a la ex gran hermana y ha condenado a Mariano como «autor responsable de un delito de lesiones previsto y penado en el articulo 147.3 del Código Penal».
Según ha recogido el exclusiva el portal ‘Vanitatis‘, «el juez le condena a la pena de un mes de multa, con una cuota diaria de 10 euros». Así mismo, deberá también hacerse cargo de «las costas del juicio, sin incluir las costas de la acusación particular que no han sido solicitadas». Contra la sentencia cabe recurso de apelación».
Tras la emisión y publicación de la sentencia, Aída Nizar ha atendido amablemente y en exclusiva a este medio de comunicación y nos ha transmitido su inmensa felicidad: «Estoy muy contenta. Me lo ponen difícil pero siempre gano porque Aída jamás miente».