Cuarenta años de carrera profesional dan para hacer muchos análisis. Y en el caso de Miguel Bosé, héroe nocturno durante décadas, no es para menos. El cantante vive alejado del foco en Panamá desde hace tres años junto a sus cuatro hijos, pero ha interrumpido su retiro caribeño para poner en marcha su gira ‘Estaré’, que arrancó anoche en el WiZink madrileño ante 10.000 fans y con Pablo Alborán respaldándolo.
Bosé se ha mostrado muy ilusionado con la gira a preguntas de ABC y ha recordado su carrera: «He crecido con la música. Con 18 años hacía música de un chaval de 18, con 30 la de un hombre de 30, y así sucesivamente. He sido capaz no sólo de desarrollar una forma de entender la música y de componerla, sino de hacerla sonar. El Miguel Bosé productor es vital, porque el sonido Bosé es inconfundible. Es una música particular, y aunque he evolucionado he mantenido una coherencia que ha sido una apuesta difícil. He tenido cumbres altísimas y simas profundísimas, pero cuando la gente sabe que tu apuesta es firme, te espera, y te perdona. Saben que si hago algo es por necesidad, y si consideran que he hecho algo incomprensible o fuera de lugar, saben que para mí ha sido una necesidad hacerla. Y me esperan».
Jorge Javier Vázquez en ‘Lecturas’ ha desvelado su punto de vista sobre el artista: «No soy sospechoso de derretirme sin contemplaciones ante los encantos de Miguel Bosé. He sido más de darle palos que de bailarle el agua pero mis ánimos hacia él están cambiando. Quizás desde que concediera esta semana una entrevista y sólo nos dedicáramos a hacer bromas sobre lo raro que sonaba su voz. Bosé tiene una fama de antipático que se ha labrado a pulso pero cada vez entiendo más que se haya forjado esta armadura emocional para librarse de las estupideces que podamos decir de él», escribe JJ.
«En un mundo el que impera el “aquí y ahora” poco importa que la irrupción de Bosé en la gris escena española supusiera un auténtico acontecimiento, una revolución que removió los cimientos de una sociedad propensa al beaterio y al “meapilismo”. Miguel no sólo ha hecho historia en la música de nuestro país. Su modernísima presencia contribuyó también a remover conciencias y a renovar costumbres. Cierto es que se pasa de hermético pero entiendo que viva en Panamá y sólo pise España para trabajar. Total, cada vez que viene sólo nos fijamos en si está más gordo o si lleva los ojos más maquillados de lo habitual». ¿Es habitual esta actitud de los periodistas para con los artistas que detestan su profesión? Sigue leyendo…
Resulta curiosa la comprensión de algunos periodistas del corazón hacia artistas que desprecian este género, pero ya saben, algunos quieren estar en misa y repicando. El que estará sobre los escenarios es Bosé, que ha señalado que le gustaría hacer una banda sonora cinematográfica: «Me lo propusieron dos veces, para una película española y otra mexicana, y tuve que decir que no a las dos, por falta de tiempo. De eso hace mucho, porque la gente ya ni se me acerca porque sabe que no tengo tiempo. Pero lo haré, lo haré. Ya estoy de vuelta en ese mercado».