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lunes, 25 noviembre 2024

El legado de Iván Fandiño: el respeto de sus compañeros, el dolor de su viuda y la soledad de una hija de dos años

Eran las 21.00 de la noche del pasado sábado 17 de junio cuando se publicaba que el torero Iván Fandiño había muerto en la plaza de toros de Aire-Sur-L’Adour (Francia) tras recibir una fuerte cornada en el costado derecho cuando trataba de ejecutar un quite.

El matador, natural de Orduña (Vizcaya), que tenía 36 años de edad fue trasladado al hospital pero el equipo médico que lo ha intervenido de urgencia, finalmente no ha podido salvarle la vida.

Las últimas palabras del torero, que se enredó en su propio capote, fueron espeluznantes pues según testigos, fue el propio Fandiño quien dijo «llevadme deprisa al hospital, siento que me estoy muriendo». 

El legado de Iván Fandiño: el respeto de sus compañeros, el dolor de su viuda y la soledad de una hija de dos años

 

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Sus restos mortales

El mismo sábado por la noche, su esposa, Cayetana García, se trasladaba hasta Francia para acompañar al equipo taurino de Fandiño y resolver todo las cuestiones legales y clínicas. El domingo trasladaban el cuerpo sin vida del matador al tanatorio de Amurrio (Álava) donde ha sido velado durante toda la noche por sus seres queridos, amigos, familiares y vecinos del pueblo.

Posteriormente el cuerpo de Iván Fandiño fue incinerado en el crematorio de Llodio y su funeral y último adiós tendrá lugar este lunes 19 de junio a las 18.30 de la tarde en la iglesia de Santa María, en la localidad vizcaína de Orduña, ciudad natal del torero Iván Fandiño.