‘Sálvame’ celebró el pasado mes de abril su octavo año en emisión. Como dijo la propia Paz Padilla, «es un programa que ve muchísima gente, tiene mucha audiencia y seguramente siga muchos años más. Al final, es entretenimiento, humor y conflictos: famosos contra colaboradores y colaboradores contra sus propios compañeros. Es una épica, renovada y fresca telenovela a la que todos estamos enganchados.
No obstante, no hace falta ser ciego para darse cuenta de que en el programa vespertino de Telecinco hay una jerarquía. La dirección, los presentadores (Jorge Javier, Carlota y Paz) y los colaboradores. Dentro de estos, dependiendo del día, también existen subgrupos y un orden. Karmele Marchante, fundadora miembra (como le gustaría a ella que lo escribiésemos) solía ser el objeto de todas las burlas de sus compañeros: su forma de vestir, sus vagas informaciones e incluso su edad eran los argumentos a los que recurrían los feroces contertulios. Con la marcha de la catalana, se quedaron, en su lugar se quedaron Lydia Lozano, Chelo García-Cortés y esta última pieza del puzzle, Jesús Manuel Ruiz.
La trayectoria de Jesús Manuel en los medios de comunicación es extensa. Amigo personal de Jorge Javier Vázquez, quien en más de una ocasión lo ha defendido y protegido en plató, el periodista sigue haciéndose las calles como si fuese el primer día. Lanza preguntas directas, maneja bien los temas y los medios se interesan por su figura como profesional.
Trabajó en ‘Aquí Hay Tomate’, ‘Espejo Público’, escribe para ‘Vanitatis’ y actualmente colabora en ‘Sálvame’ y en ‘La Mañana de TVE’, plató en el que se siente mucho más cómodo y tranquila que en el de Mediaset.
Jesús Manuel se ha ganado el puesto de «compañero traidor» en ‘Sálvame’ por varios motivos. Empezó a enseñar la patita en septiembre de 2016, cuando Kiko Matamoros, después de casi año y medio de cebo y anuncio de su boda con la bellísima Makoke, informaba a sus compañeros de que había pactada una exclusiva de su enlace con dos publicaciones: ‘Lecturas’ y ‘Semana’.
Los teléfonos móviles no estaban permitidos, aún así, Matamoros tuvo la gentileza y la generosidad de atender a los medios a las puertas de su boda, vestido de esmoquin, saltándose las normas de la revista. Aunque, con total sinceridad, lo esperado de una boda, es el conjunto de la novia, por lo que el problema era peccata minuta.
La foto de la traición: Los novios, junto a Carlota Corredera, dueña del teléfono móvil con el que se ejecutó la fotografía y Raúl Prieto, director del programa ‘Sálvame’, inmortalizaban este precioso momento en pleno banquete. Corredera, en un acto de ingenuidad y de confianza, envió la instantánea a dos amigos suyos: María Patiño y Jesús Manuel Ruiz.
De repente, pasada la boda y llegada la resaca del día siguiente, Carlota, descompuesta, ve en ‘Vanitatis’ la misma fotografía de su teléfono móvil está filtrada y publicada días antes de que saliese la exclusiva. Una filtración y una reventada en toda regla cuyo artífice tenía nombre y apellidos: Jesús Manuel Ruiz.
La foto se vendió a ‘Vanitatis’, medio de comunicación con el que colabora Jesús Manuel, por la cantidad de 1000 euros. Kiko Matamoros sintió la puñalada trapera de un compañero y Jesús Manuel, cuando se vio acorralado, no tuvo más remedio que dar el paso al frente y decir: «Sí, fui yo quien filtró la foto de la boda». Carlota Corredera, que había confiado en quien creía su amigo, rompía a llorar delante de Kiko y Makoke y no encontraba palabras para disculparse de un acto que realmente no había cometido ella.
Jesús Manuel alegó que filtrar información de interés forma parte de su trabajo y agarrado al argumento de que él es «un contador de historia», sus compañeros se le echaron encima y juraron venganza.
Kiko Hernández, amigo íntimo de Kiko Matamoros y azote de todo el que se le ponga por delante, se tomó la justicia por su mano y tras su llegada de Estados Unidos con sus dos preciosas hijas bajo el brazo, ha empezado una cruenta batalla contra el periodista jotero.
Hace escasas semanas, JM enviaba a Kiko una nota de audio cuya emisora no era otra que Carmen Gahona. Hernández lo hizo público y Jesús Manuel volvió a quedar de traidor con uno de sus «personajes» de cabecera: “Eres muy valiente, yo jamás lo hubiera hecho (…) me he confundido porque deposité en ti algo de compañerismo. Para escuchar esto estamos perdiendo el tiempo, no me importa absolutamente nada”.
Uno de los temas más delicados para Belén Esteban en los últimos tiempos es el relativo al pago de los estudio de su hija Andrea, que en un principio irían financiados al 50% con Jesulín pero finalmente no. Jesús Manuel, íntimo amigo de María José Campanario tomó partido en esta guerra y dejó a Belén a un lado. La Princesa del Pueblo, muy enfadada, llegó a preguntarle: “¿Eres amigo de María José Campanario?” La respuesta de él no se hizo esperar: “No, pero hay cosas que ella no puede responder porque son cosas de su marido”.
“Tengo miedo y reparo a expresarme en determinados temas como es el de Campanario”, añadía Jesús Manuel, aludiendo al tema candente entre los colaboradores y levantando las críticas hacia él de todos sus compañeros, quienes le acusan de no mojarse en los temas que competen con ciertos famosos porque, opinan, que tienen miedo a que él pierda sus fuentes.
El teatrillo de la “Chelofobia”, que apuntaba a un tertuliano de ‘Sálvame’ que había hecho comentarios homófobos sobre Chelo García-Cortés, acabó sin sorpresa.
Kiko Hernández señaló que Jesús Manuel Ruiz, tildado de “traidor” por Kiko Matamoros tras la filtración de unas fotografías de su boda, había sido el que el 02-07-2015 le envió un WhatsApp con un tufo desagradable. Chelo, muy dolida contestó: “Tengo 63 años, me acuesto con quien me da la gana y soy una mujer”. Kiko Matamoros sorprendentemente le echó un capote a Jesús Manuel: “Es una broma sin ánimo de ofender. Y ese tipo de bromas las hemos hecho todos o casi todos”.
Kiko el citado día le envió un mensaje a Jesús Manuel en el que le decía con ironía que le recomendaba vitaminas a Chelo porque no hablaba y le señalaba “¡Qué bestia es la tía!”. Y Jesús contestaba: “¿Tía? Ja, ja, ja”.
Chelo, entre lágrimas se admitió dolida porque no la atacaban por su condición sexual, sino su feminidad: “Bromitas sobre este tema las justas. Jesús Manuel me duele que hayas sido tú”. Éste se defendía: “Yo no puedo ser homófobo por un solo tema: una cuestión de educación”. Gema López señalaba que podía ser una broma, pero metía el colmillo: “Es la segunda vez que dejas que un compañero se coma un marrón, porque Lydia Lozano ha pasado un mal trago pensando que podía ser ella”.
El periodista jotero, el contador de historia, disfraces, traiciones y un montón de anécdotas sin resolver en las que Jesús Manuel queda como señalado, y algo aún peor, como un vil traidor. ¿Aguantará la presión de sus compañeros por trabajo y profesionalidad o en realidad le puede el dinero?
Recordemos que periodistas como Karmele Marchante y Luis Rollán abandonaron ‘Sálvame’ por no aguantar más la presión personal en su contra. Mención aparte merecen Raquel Bollo y Rosa Benito, dos de las imprescindibles, quienes también dieron un paso atrás en sus colaboraciones en el programa que les dio la popularidad absoluta. ¿Es Jesús Manuel el nuevo colaborador-traidor o es víctima de sus compañeros?