Antonio Resines, uno de los actores más relevantes de nuestro país y que incluso presidió la Academia de las Artes Cinematográficas de España durante un tiempo, ha confesado en su libro «Pa habernos matao. Memorias de un calvo» que fue operado de un cáncer colorrectal que le fue diagnosticado en 2015. El libro, escrito mano a mano con su actual pareja, Ana Pérez-Lorente, está plagado de hilarantes anécdotas e historias propias de un actor con su bagaje profesional.
Pero lejos de mostrar todo el tiempo la cara amable de un exitoso actor que se ha rodeado de los mejores productores, directos y compañeros de escena, Resines ha preferido hablar de su enfermedad, algo que hasta ahora se desconocía: «Un mes después y estaría contándolo… Pero de otra forma», expresa el intérprete. En este capítulo de su libro, dedicado a su enfermedad, expresaba sincero que «si cuento públicamente lo que he tenido es porque he aprendido que son vitales las revisiones periódicas para prevenirlo. A partir de los 50 años, las colonoscopias pueden evitar tu muerte y eso hay que decirlo. Tuve la absurda suerte de caerme de una moto. Me rompí la mano y se dieron cuenta de que me pasaba algo más cuando los análisis evidenciaron una gran anemia. Al hacerme la colonoscopia, vieron que tenía cáncer, además de predisposición a la formación de pólipos. También detectaron una angina de pecho y una arteria obstruida. No ha sido suerte, sino que me lo han cogido a tiempo y no tuvieron que darme quimio ni radio ni nada. Simplemente operarme».