«No permitiremos que el miedo nos divida. No permitiremos que el odio triunfe», ese fue el núcleo temático del extenso mensaje que Ariana Grande envió a sus fans, tras unos días de desconexión, descanso y duelo por las víctimas del atentado del pasado 22 de mayo en el Manchester Arena, minutos después de que terminase su concierto. Ariana Grande se sentía en deuda con sus fans, especialmente con las víctimas y con los heridos de aquella masacre.
Apenas una semana ha tardado la diva americana en organizar un concierto benéfico en la misma ciudad, Manchester, pero en un espacio muchísimo más grande. Además, Grande quiso ir al hospital a visitar a algunas de las víctimas que aún están en proceso de recuperación.
Artistas de la talla de Katy Perry, Justin Bieber, Robbie Williams o Coldplay quisieron unirse a la causa benéfica que había organizado la pequeña Grande junto con la Cruz Roja Británica. Los asistentes a su concierto del 22 de mayo tenían la entrada gratuita al show y los nuevos que quisieran asistir tan solo tenían que pagar unos 40 euros que irían íntegros a las familias de las víctimas. 50.000 entradas vendidas en tan solo 20 minutos. El objetivo a conseguir eran 2 millones de euros y finalmente se consiguieron más de 9 millones.
Ariana Grande emocionó al público entonando uno de sus temas clásicos, la preciosa balada ‘My Everything’ junto al coro Parrs Wood High School Harmony y ‘Don’t Look Back In Anger’ con Chris Martin y su banda, Coldplay.
El final del concierto fue el momento más emotivo, la canción más esperada elevada a la categoría de himno. ‘One last time’, cuyo videoclip fue grabado recreando una situación de guerra en un escenario ficticio con incesantes bombardeos. Ariana no pudo contener las lágrimas y rompió a llorar recordando a aquellos fans a los que de forma injusto les arrebataron su vida.
https://www.youtube.com/watch?v=GWvATEMRHsM
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