Jorge Javier Vázquez no deja de abrir frentes en ‘Supervivientes’. El presentador cargó la semana pasada contra Bigote Arrocet por su humillación por no comerse el desayuno: «Has protagonizado un espectáculo que ha rayado lo bochornoso. Una falta de respeto hacia los concursantes y la organización del concurso. Te has metido en un bucle de orgullo». Carmen Borrego desveló que estas palabras habían enfadado a su madre: «El jueves mi madre se enfadó, piensa que lo humillas porque es su pareja. Yo te dije que, por favor, no le metieses mucha caña, pero después…». Jorge Javier admitía este martes: «Yo este fin de semana pensé que mejor era no llamar a Teresa porque alguna vez me iba a caer…». Y ayer miércoles bromeó sobre el tema con Terelu, que llamó en directo a la matriarca del clan. El presentador bromeó con María Teresa en conversación telefónica en directo.
Pero no todo son enfados simpáticos para el presentador, que esta semana denunciaba en ‘Lecturas’ el machismo de Kiko Jiménez, recordando una anécdota sobre un ex suyo que se molestó porque se puso el pijama: «Cuento todo este asunto del pijama después de escuchar en ‘Supervivientes’ a Kiko que es normal que a Alba Carrillo le pusieran los cuernos porque si en la isla estaba todo el día con esa prenda puesta a saber cómo estaría en casa. Porque claro, la perenne visión de una muchacha en pijama empuja al desencanto. Kiko tiene veinte años, pero una mentalidad propia de viejas antiguas. Yo, que ahora tengo cuarenta y seis, escuchaba cuando era niño cómo recomendaban a las chicas que no dejaran de arreglarse para sus maridos. Que estuvieran pendientes de sus deseos, de sus cuitas, de sus anhelos. En fin, que vivieran por y para ellos. Recomiendo la lectura de “Usos amorosos de la posguerra española”, de Carmen Martín Gaite, para que la gente joven sepa de lo que hablo. Evidentemente, por edad, no viví esa época, pero mucha de la doctrina moral que se impuso durante esos años pervivió durante mucho tiempo y así se la escuchaba a mis abuelas, por ejemplo».
Pero lo peor viene después, ya que Jorge insinúa que la culpa del comportamiento de Kiko es de su madre, que está presente en las galas de este jueves, por lo cual esta noche le podría recriminar sus palabras: «No son pocos los que se echan las manos a la cabeza al comprobar que en la televisión aparezca gente con la mentalidad de Kiko. Tampoco creo que se trate de criminalizar al muchacho: es hijo de una educación recibida aunque me parece extraño que en una época en la que el acceso a la información es tan fácil no se haya replanteado su manera de entender la vida. Pero creo en la televisión como amplificador de una manera de ser con el fin de dar visibilidad al problema y poder así luchar contra él. Ocultar ese tipo de comportamientos significaría girar la cabeza ante un asunto, el machismo, que sigue estando muy presente en nuestra sociedad. Ojalá que cuando salga y se vea, Kiko dude sobre su manera de comportarse. Sólo con eso me daría por satisfecho porque la duda es el arma más eficaz que conozco para cambiar modelos de vida que no son sanos».