María Teresa Campos ya se ha pronunciado tras sufrir la isquemia cerebral. La presentadora evoluciona favorablemente y está siendo «una buena enferma» según explican sus propias hijas. Por primera vez, Campos no tiene prisa por volver a casa y así se lo ha hecho saber al equipo médico de la Fundación Jiménez Díaz. Lo más importante es que esté totalmente libre de peligro para que le den el alta médica que se podría producir esta misma semana.
El periodista y amigo de María Teresa, Jesús Mariñas, ha publicado unas declaraciones de la presentadora fruto de una conversación que tuvieron ambos después de lo sucedido: «Veía mal del ojo derecho, pero lo atribuí quizá a una legaña. Me acosté de nuevo y me reincorporé al rato. Noté que me tambaleaba. Entonces llamé, le advirtieron a Gustavo y me llevó a la clínica de mis doctores de siempre».
«Al comprobar que se trataba de algo gordo, que precisaba mayor asistencia, me trajeron aquí. Y sigo esperando», así le explicaba la Campos como sucedió todo a su amigo Mariñas. «Al verme así empezarán a llamarme Teresa de Éboli», llegaba a bromear.
«Desde que me di cuenta de lo que tenía, no dejo de pensar en que Miguel Boyer murió de esto», fueron las palabras más inquietantes de María Teresa. Días antes de sufrir la isquemia le confesó al periodista: «No quiero saber nada. No veo ni leo nada sobre mí porque me afecta al estómago y al hígado. Todo va a parar ahí».
En la conversación distendida que tuvieron, también se pudo hablar de la decisión de comunicarle o no a Edmundo su estado de salud: «Decidiré si lo hago según me vaya encontrando. No quiero asustarlo innecesariamente ni que se retire de algo que sé que le hacía muchísima ilusión. Me opuse a que concursara en Honduras, pero es su vida. Ya decidiré si le advierten de lo ocurrido esta semana, dependerá de cómo me encuentre y cómo evolucione los proximos días», fueron las palabras de María Teresa.