No podemos creer que ya hayan pasado trece años desde que aquel lluvioso 22 de mayo de 2004 donde Felipe VI y doña Letizia contrajeran matrimonio en la catedral de La Almudena, de Madrid, en una ceremonia histórica, mágica y llena de glamour español en la que, por supuesto, no faltaron las miradas de amor entre la pareja.
Desde entonces han acontecido muchos momentos especiales para la pareja: Padres de dos preciosas niñas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, eventos nacionales e interrelaciones donde han mostrado su amor, belleza y estilo, el inolvidable día en el que Felipe y Letizia se han convertido en soberanos del país y un largo etcétera. Y en este largo etcétera, obviamente, no todo iba a ser color de rosa…
Hoy se cumplen 13 años del enlace histórico que ha cambiado el rumbo de la monarquía española y que, por dicho motivo, en Cotilleo.es hemos querido publicar aquellos momentos tensos en la vida del matrimonio de nuestros Reyes desde aquel «Sí, quiero» de Letizia Ortiz Rocasolano al, entonces, Príncipe Felipe, en los que encontramos varios baches y desplantes. Protagonistas innegables también de estos años de convivencia.
Desde el día 1
El carácter de nuestra Reina ya quedó claro desde el día uno cuando espetó al entonces Príncipe Felipe con una frase que ha quedado para el recuerdo en la memoria de los Españoles.
Para muchos, fue su primer desplante al entonces Príncipe, la que para algunos fue una metedura de pata imperdonable, la primera, la que sentó el precedente de una mujer con carácter, tanto como para interrumpir al futuro rey de España. El famoso «Déjame terminar» de Letizia a su prometido, pero para otros muchos, lo sucedido aquel 6 de noviembre de 2003 fue sólo producto de los nervios y el afán comunicativo de la asturiana.
Muy sonado también durante estos 13 años ha sido la posible publicación de Leonardo Faccio, un periodista de investigación argentino, quien lleva años siguiendo la pista y estela de una entonces joven e inocente Letizia Ortiz Rocasolano, quien habría dejado en el país azteca donde estudió, México, en su día una serie de pistas, detalles y episodios sin descubrir sobre la Reina que quedarían ahora, no sólo destapados, sino también publicados en un libro de 240 páginas titulado ‘La Reina Impaciente’.
Ante este pequeño handicab en la pareja nos hicimos la siguiente pregunta: ¿Casa Real pedirá filtrar la información y el contenido antes de su publicación? Y Cotilleo.es nos pusimos en contacto con el área de Prensa de la Casa Real para preguntar sobre el tema, “por el momento, no tienen pensado frenar la publicación”, respondieron.
Un tema al que han querido restar importancia afirmando que “‘La Reina Impaciente’ es sólo una biografía más de las varias que se han escrito sobre doña Letizia”. Algo que nos tranquiliza porque pensamos así que ella, nuestra Reina, no tiene nada que ocultar. ¿Pero, qué creerá don Felipe de todo esto?
Letizia Ortiz y sus «formas dictatoriales»
En otro de los momentos históricos para la Casa Real de España, durante las horas previas a la proclamación de Felipe VI, los operadores de cámara recogieron involuntariamente como la todavía Princesa de Asturias, plantó a su marido al pie del coche que esperaba para entrar juntos al vehículo y darle la espalda y dirigirse al coche donde estaban sus hijas. En aquel momento una carantoña de doña Letizia a su marido, puso fin a tiempo la guerra, pero este gesto no es habitual.
Quienes conocen bien a la Letizia plebeya destacan sus «formas dictatoriales». En este sentido, Jaime Peñafiel la define como alguien que: “Siempre quiere ser la más en todo. La más lista, la más culta, la más guapa, la más elegante… Tanto esfuerzo la consume. Así está tan delgada”. Más allá en cuanto a calificativos va el primo de la reina, David Rocasolano, que en su libro ‘Adiós, Princesa’ narró como Letizia, durante su primer embarazo, les dijo que esperaba un niño y que se llamaría Pelayo. Y todo con el único propósito de pillar al topo que, según él, solo existía en la imaginación de su prima, cuya paranoia se había acrecentado desde que se convirtió en miembro de pleno derecho de la casa de los Borbones.
Falta de protocolo
Lejos de intentar saber y estar en todo momento como manda el cargo, la reina Letizia va por libre y hace cosas que descolocan al personal. En un acto oficial llevado a cabo en el Salón del Trono del Palacio Real y a la que acudieron autoridades militares y políticas, la soberana, mientras compartía corrillo con don Felipe, Mariano Rajoy y Dolores de Cospedal sacó su espejo y se retocó el maquillaje.
Nada más conocerse el “Espejito, espejito mágico, ¿quién es la más bella del reino?” protagonizado por doña Letizia, las redes empezaron a arder. Y es que son muchos los que se preguntan cómo a la reina se le ocurre cometer semejante falta de educación y de tacto cuando se está en conversación. Sin duda, el gesto da la razón a quienes señalan que la esposa del rey está obsesionada con su aspecto y que eso la hace mostrar su faceta más frívola.
Doña Letizia, tachada de fría, calculadora y ostentosa
¿Ha tenido Letizia Ortiz que servir de cortina de humo para tapar los problemas de la Casa Real?
Como enlace entre el tema de la página anterior y el siguiente que expondremos en el que hablaremos del Caso Nóos, hemos querido hacer de este la transición perfecta para preguntarnos si la reina Letizia ha servido a la Casa Real española como cortina de humo y qué le habrá parecido a ella en el caso de considerarse así…
Nos referimos a cuando doña Letizia lució su joya más Borbónica los días en los que el juez dictaría sentencia sobre el caso en el que está implicada la infanta Cristina.
Así, la reina Victoria Eugenia fue quien la llevó en su boda en 1906: Se trata de una diadema que semejaba a una corona circular antes de modificarse en 1910. La diadema de las Tres Lises es una de las piezas más representativa del joyero real y fue encargada a la casa joyera Ansorena por Alfonso XIII. Esta excepcional diadema ha pasado de generación en generación.
La FLor de Lis representa el emblema heráldico de la dinastía Borbón. Esta joya, que está realizada con platino y brillantes, pasó a manos de doña Sofía en 1977 y solía lucirla en grandes ocasiones. Ahora, exactamente cuarenta años después, ¡doña Letizia ‘estrenaba’ ‘la joya de la corona’ en un momento cumbre para la Familia Real!
Una celebración con ausencias
No un desencuentro entre nuestros protagonistas como tal, o quizás en algún momento de su intimidad, pero desde luego sí entre la Familia Real Española: La celebración de la Primera Comunión de la infanta Sofía la pasada semana estuvo marcada por un momento de tensión. La primera parte de dicho festejo corre de parte del colegio, pero la fiesta familiar ya es cosa de los padres.
Así, se llevó a cabo con un posado familiar ante los medios, un trabajo que no agradaba en un primer momento a Doña Letizia debido a la posible presencia y aparición de la Infanta Cristina, tía de su hija Sofía, con quien ha coincidido también días atrás y cuyo reencuentro fue especialmente comentado por la prensa y que generó por ende cierta intranquilidad a nuestra Reina.
Una ruptura pública entre los Reyes y la infanta Cristina
Y es que, hace tan sólo pocas semanas que se cumplía un año y medio que Felipe de Borbón no veía a su hermana pequeña, Cristina. Su último acto en común hasta entonces data del 12 de noviembre de 2015 en el funeral del infante Carlos de Borbón-Dos Sicilias, hijo de doña Alicia de Borbón-Parma, en el Monasterio de El Escorial. Precisamente ha sido en el funeral celebrado en la capilla del Palacio Real en memoria de doña Alicia de Borbón-Parma donde ha tenido lugar el primer encuentro de los hermanos tras la publicación de la sentencia del caso Nóos del pasado 17 de febrero en el que la infanta Cristina compareció como imputada y del que salió absuelta.
La periodistas allí presente narran que la infanta Cristina no paró de intentar buscar la mirada de los Reyes de España, su hermano Felipe y su cuñada Letizia, un gesto al que los jefes de Estado no dieron ninguna respuesta, al menos, públicamente. Muy diferente fue la mirada de las infantas Elena y Cristina cuando llegaron sus padres, los Reyes Eméritos, a los que les recibieron con una sonrisa. Las imágenes hablan por sí solas.
Nuevo desencuentro: Discusión en público entre doña Letizia y Felipe VI
En junio de 2015 se celebró el Fórum Impulsa de la Fundación Princesa de Girona. A ella acudieron unos sonrientes reyes patrios que escondían, eso sí, una latente tensión que se hizo evidente justo antes de tomar asiento.
La reina Letizia, asidua a gesticular mientras habla, dio muestras de un visible enfado con su marido, que le llevó incluso a sentarse a unos cuantos metros del monarca. El semblante serio de ambos durante todo el acto no dejó lugar a dudas de la discusión del matrimonio.
Las imágenes que ofrecemos en este vídeo no dejan lugar a dudas y dan fe de que en 13 años, pese al gran amor que los Reyes de España se procesan, en ocasiones, como en todos los matrimonios, existen pequeños baches.
Un detalle que Letizia jamás perdonará al Rey
¿Falta de detalles y comunicación entre los Reyes? Lo analizamos: Letizia volvía a elegir el color rojo, esta vez, para el quincuagésimo cumpleaños del rey de Holanda, Willem Alexander, amigo personal del Rey Felipe VI. En esta ocasión, la reina de España optaba por un vestido algo mainstream y ya visto. La modelo Karlie Kloss y la cantante Alicia Keys han llevado esta espectacular pieza de Stella McCartney -en blanco y rojo respectivamente- en alguna ocasión, sin embargo, hay un detalle que no podemos pasar por alto y es que Letizia ha bajado a la Tierra, se ha acercado a todas las mujeres del mundo y en su aparición oficial a la salida de su hotel ha sonreído con los dientes manchados de carmín. ¡Drama! Planteemos opciones: ¿Odia la Reina Letizia la barra de labios permanente? ¿Podría haberle hecho una señal el Rey Felipe -como cualquier marido del mundo- y así evitar todo esto?