Faltan apenas dos semanas para que Belén Esteban viva uno de los tragos más amargos de su vida: su juicio contra el que fuese su manager, Toño Sanchís, a quien demanda por una supuesta mala gestión económica fundada desde la agencia que la representaba. Si hablamos con propiedad, la demanda de la colaboradora de ‘Sálvame’ no va contra Antonio Sanchís sino contra su agencia de representación, ‘Lorant’, cuya administradora única es Lorena, la esposa de Toño.
Belén, además, cuenta los días para que su hija Andrea se haga mayor de edad, algo que le quita el sueño, pues sabe a la perfección que va a ser objeto de los paparazzi en cuanto cumpla los 18 años el próximo 20 de julio. Entre tanto y tanto, Belén ha decidido darse una escapadita al sur del España, un lugar que le trae buenos recuerdos. Cabe recordar que Belén estuvo casi una década ligada a Cádiz y Sevilla por su relación con Jesulín de Ubrique y el círculo en el que se movía no era otro que el de los buenos restaurantes, buenos hoteles y buenos locales de fiesta.
Una visita a la tienda de su amiga Raquel Bollo, un reencuentro con la mítica Anselma de Triana, cuyo local sigue siendo referente del flamenco y la copa pagada y obligada que desde el no-escenario te presionan a pedir, y como broche de oro a una noche de jarana, Belén Esteban acabó en la mejor y más exclusiva discoteca de toda la ciudad: Antique Theatro, cuyos dueños y personal de la sala, expertos en recibir a celebrities, hicieron que Belén gozase de una noche única rodeada de amigas, entre las que se encontraban Anabel Pantoja.