Rosa Benito prometió hace unos años que prefería partirse las piernas a volver a ‘Sálvame’. Eso sí, entre medias regresó, fichó por ‘Gran Hermano VIP’ y ahí pareció acabarse su carrera televisiva, tras su salida precipitada del magazine y sus negociaciones para encabezar el cartel de un ‘Levántate All Stars’ que finalmente no vio la luz. Pero la ex de Amador Mohedano está de vuelta por dos motivos: su supuesto amor con el mítico directivo televisivo Antonio Robles, ex número dos de la productora de una Ana Rosa Quintana con la que no terminó demasiado bien, y sus colaboraciones con ‘Supervivientes: Tierra de nadie’.
Ayer había debate y Carlota Corredera aprovechó que el Pisuerga pasaba por Valladolid para pillar a Rosa Benito por los pasillos. La colaboradora, que minutos antes había sido ridiculizada por Mila Ximénez tras haber subido un vídeo musical junto a Chayo Mohedano en las redes sociales, al fin habló: «Echo de menos los buenos y malos momentos vividos en Sálvame, pero la vida son etapas». Carlota le agradeció el gesto, señalando que no podía hablar sobre ‘Supervivientes’ por contrato, y Kiko Matamoros también le alabó las palabras.
Eso sí, algunos se cobraron viejas deudas pendientes. Es el caso de María Patiño: «Yo no la noto relajada, la noto con miedo. La he notado distante, fría y sin nostalgia». Lydia Lozano utilizaba la simpatía de Raquel Bollo en su última visita como contraste con la frialdad de Rosa, «que se fue por la puerta de atrás», mientras Mila Ximénez sacaba los trapos sucios: «Yo no hablo con nadie que tenga demandado a un amigo mío, y Raúl Prieto y David Valldeperas han sido demandados». En realidad Rosa no demando a sus ex directores, sino que lo hizo su yerno.
Recuerden que oficialmente Rosa se despidió del universo ‘Sálvame’ en julio del pasado año: «Ahora voy a estar parada, pero hay proyectos. Estoy con lo de cantar de mi hija, que es lo que tengo de momento. Todo no termina aquí. Es que me duele más lo que le hacen a mis hijos que lo que me hacen a mí. Cualquier madre entenderá mi postura (…) Otros días sí que me he notado un poco apartada, a lo mejor más con los directores, pero entiendo que tengan dolor y que en algunos momentos no me quieran ver y eso quizás me ha ayudado a tomar la decisión de irme, porque me gustaría que todo fuera como al principio. Tengo dolor del último día, pero no rencor. No pienso vivir toda la vida de esto. Me gustaría poner una peluquería, una tienda de souvenirs… Aquí, he sido muy feliz, he vivido grandes momentos y lo malo yo lo olvido y me quedo con lo bueno».
¿Volverá Rosa a la que fue su casa? En principio no parece un tema fácil, pero quizás su entrada como comentarista de reality-show sea el primer paso para que la cuñada de «la más grande» regrese a una cadena que le ha dado tantas alegrías y tristezas.