La muerte del torero Sebastián Palomo Linares ha dejado conmocionado al país entero. Personas del mundo del arte y la tauromaquia han querido acercarse hasta el tanatorio para dar su último adiós al maestro, y entre esas personas, por supuesto, su ‘viuda’, Concha Azuara. La magistrada declaraba ante los medios y expresaba su pesar y aflicción, sin apenas poder articular palabra, Concha decía que “todavía no me lo creo, con todos los planes que teníamos por hacer…”.
La jueza, de 40 años de edad, y el ex marido de Marina Danko, tenían pensado pasar por el altar próximamente. El torero habría cumplido 70 años el próximo jueves 27 de abril, pero una hemorragia cerebral tras una complicación en su operación a corazón abierto del pasado viernes dejaba sin vida a uno de los hombres más admirados y recordados no solo del mundo del arte sino también del toreo. Su viuda, a las puertas del tanatorio, ha expresado que «nos ha dejado demasiado pronto. Sebastián era una gran persona, generoso, tenía un gran corazón y le ha fallado, pero le ha fallado de grande… Era el amor de mi vida y estoy totalmente desolada, teníamos muchos planes«. La capilla ardiente, efectivamente, ha sido instalada en el madrileño tanatorio de La Paz, donde será incinerado, y posteriormente sus cenizas serán trasladadas a la finca de Aranjuez.