Bárbara Rey ha vuelto a la primera plana mediática por asuntos varios. Recuerden que la vedette apareció relacionada con Juan Carlos I tras una investigación de OK Diario que probaba un supuesto pago del Estado a la totanera. Pero Bárbara calló, decían que para engordar la gallina ante las revistas o el Deluxe. Pero guardó silencio, estrategia que repitió cuando sufrió un millonario robo de joyas. Tampoco dice ni mú sobre su probable participación en Supervivientes, adelantada por Lydia Lozano, pero Sofía Cristo, que no se calla, desmintió su fichaje, que parecía la forma más «digna» de rentabilizar los dimes y diretes: engordando su caché televisivo.
El único tema que no es tabú para Bárbara Rey parece ser su amistad con Chelo García Cortes, ya que hace unas semanas cargó contra la colaboradora de Sálvame por «traidora». Su ex amiga no se quedó callada: «Barbara Rey en este país quien ha hablado eres tú. Yo no te he traicionado en mi vida ni comercio con esas cosa. Si una persona que me conoce desde hace 40 años necesita que tú, Carlota, le aclares las cosas, es que esta persona no me interesa para nada. Estábamos en la casa de la calle Loreto de Barcelona, donde vivíamos Parada y yo. Parada cogió el teléfono y se quedó temblando al oír la voz al otro lado del teléfono y que había lugar a dudas de que era la del rey emérito. Parada se quedó temblando y yo que soy más valiente que él, entonces cogí el teléfono y, efectivamente era él. Preguntó por María, aunque dando otro nombre, y me dio un nombre ficticio, pero su voz era inconfundible. Le dije que en ese momento ella estaba en la ducha y me pidió que le dijera el recado de que había llamado. Y cuando salió de la ducha nos contó la historia, pero hasta ese momento no sabía nada acerca de esta historia».
Chelo recordó una de las ediciones de Diario Che: : «En aquella ocasión, podrías haberme dicho que por ahí no fuera, pero tú decidiste jugar, no yo. No es mentira que las fotos de Bárbara y el rey las haya hecho hecho Angelito«. Bum. Tocada y hundida. Aun así la totanera calla hoy, quizás para vender mañana. Eso sí, no sabemos si hay televisiones o revistas que demuestren al valentía de hablar con ella de tú a tú, sin censuras ni cortapisas. Porque los editores, en pleno derrumbe del entorno en el que vivíamos felices, tienen un tipo de miedo que se expresa con recortes y silencios.
Pero volvamos a Bárbara, escondida bajo la cama y sin aparecer por televisión desde que saltó el escándalo real. Tan solo se dejó ver con familia y sonrisas en un céntrico restaurante madrileño sin abrir la boca ante los paparazzis sobre sus amoríos añejos. No sabemos si finalmente participará en Supervivientes, pero el morbo de ver a Bigote Arrocet y la vedette juntos y en bañador no tiene desperdicio. ¿Qué diría María Teresa? Pronto lo podríamos ver.
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