En julio del año pasado Marta Torné declaraba a Los 40 Principales que se sentía la más prescindible de Cámbiame. Palabras proféticas que cristalizaron en diciembre, cuando Telecinco confirmó que Carlota Corredera pasaba a sustituirla. Fue un secreto a voces que el discurso de Marta, que señalaba que dejaba el programa por una serie, era una salida digna o excusa a un relevo en toda regla que buscaba mejorar la audiencia de un programa que no ha levantado sus datos con la presentadora sustituta de Sálvame.
La catalana declaraba tras su adiós que «Cámbiame era trabajo fijo y eso es muy guay en esta profesión. Estaba muy acomodada en ese rollo de presentar, pero a la vez estaba un poco presa. Me robaba demasiada energía. Paolo Vasile vio una peli mía por casualidad, le encanté como actriz y en la cena de Navidad me lo contó. Le dije: ‘Pues, oye, méteme en una ficción, que estoy aquí como desaprovechada». Más adelante añadiría que «a raíz de esta conversación tomamos la decisión. Si no me hubieran prometido algo de ficción, no habría dejado el programa. Por cobardía de si no me sale algo. Pero, al tener seguro eso, ya entonces dije que sí».
La catalana incluso anunciaba el tipo de serie que iba a protagonizar: «En Cámbiame el alma del programa son los estilistas y es un formato en el que yo no podía evolucionar. Es una serie, una comedia en prime time. Se empezará a rodar en primavera. En Cámbiame yo no quise despedidas. Soy muy llorica y me daba mucha pena por mis compañeros y no quería dramatismos». Incluso añadía que con el adiós a la serie se le podría abrir una puerta en Los Ángeles: «Me fui porque tenía pendiente una reunión con un manager especializado en actores latinos. Con el programa estaba atada y no tenía sentido ir, pero al fin nos hemos visto. Fue todo muy bien».