Habemus sorpresa: Mediaset ha cerrado el enfado de María Teresa Campos, despechada tras el cierre de su ‘¡Qué tiempo tan feliz!’, con un contrato de larga duración, eufemismo utilizado por Telecinco para contratar a sus estrellas por tres años. No sabemos si es cierto que Paolo Vasile confía en la malagueña para nuevos proyectos o simplemente quiere asegurarse su presencia secundaria en ‘Sálvame’, ‘Las Campos’ o ‘Supervivientes’ para alimentar el morbo que proyecta.
A los italianos no se les escapa que María Teresa podría, gracias a su imagen, recalar en amables cadenas públicas como TVE o Canal Sur para aliviar con las nóminas unos problemas económicos que en parte se han solucionado tras cerrar su deuda con Hacienda. Es cierto que la ex reina de las mañanas todavía tiene pendientes hipotecas y sobre todo el incierto futuro de sus hijas. Pero sea como fuere, la Campos podría participar en el gazpacho que prepara Telecinco con Bigote Arrocet.
Las sombras sobre Bigote son alargadas: desde sus presuntas infidelidades al hipotético interés económico del chileno con su noviazgo, hecho que sumado a los acusados enchufismos de la matriarca convierten al clan Campos en un seguro de audiencia para los magazines de Telecinco. Porque a nadie se le escapa en Fuencarral que los enfados de María Teresa ante los enfados por los debates sobre su vida o los gustos alimenticios o sexuales de Terelu Campos provocan picos de audiencia.
María Teresa con este contrato alarga su vida laboral y la tortura que le provoca estar en el centro del huracán, hecho que paliará al pensar que podría gozar de un encargo a medida en Telecinco mientras asegura el futuro de Terelu Campos, que se muere por volver a presentar y sabe que el día D se acerca si permite con su silente presencia los debates sobre el novio de su madre. La obediencia es una virtud que se valora en Telecinco sobre todas las cosas y las Campos tragan por dinero pese a la eterna campaña de la cadena contra ambas.
Recuerden que ‘Aquí hay tomate’ linchó, con lorzas piscineras maternales y «pim pam» de la hijísma, al clan más famoso de nuestra televisión. Ambas despreciaron a Vasile desde la competencia, pero no tuvieron más remedio que volver, en primer lugar para trabajar y en segunda ronda para ver atónitas como son objeto de debate, mercancía que sin duda les revaloriza en un mundo televisivo donde difícilmente tendrán cabida como presentadoras «al uso».
Telecinco, con esta operación, ha cerrado definitivamente el futuro de los elementos del culebrón primaveral que cocinan a fuego lento y que tendrá análisis diario en ‘Sálvame’ con las desventuras de Bigote en ‘Supervivientes’. A nadie se le escapa que saldrán deudas, novias e hijos vengativos del chileno. ¿Qué harán María Teresa y Terelu ante tal temporal? En un mes lo veremos, pero mientras tanto aun falta por ver el adiós del lacrimógeno ‘¡Qué tiempo tan feliz!’ y varios días de dimes y diretes en Sálvame, eso sí, mejor cuando acudan como colaboradoras la renovada madre y la hija.
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