Hace mucho tiempo que no sabíamos nada de Paqui La Coles pero la televisión, como la vida, es cíclica, y si Aída Nizar ha vuelto a nuestras pantallas, ¿por qué no brindar la oportunidad a alguien que llevó al programa de las tardes de Telecinco a sus cotas de audiencia más altas? La Coles salió a la luz cuando afirmó públicamente que había mantenido una supuesta relación esporádica y extra matrimonial con Víctor Janeiro: «y lo sigo manteniendo», nos dice la de Ubrique.
«Yo tuve una relación con el señor Víctor Janeiro. La primera vez que nos vimos, él iba en coche y yo andando por la calle. Me pidió el teléfono y le dije que no. Pero me persiguió con el coche incluso en dirección prohibida y al final cedí. Ese mismo día me llamó y quedamos en el Bar El Olivar, cerca del polideportivo, al lado de una tienda de muebles aquí en Ubrique».
Un café no es una relación, le apostillamos, sin embargo ella sostiene que «ahí nació eso. Esa fue la primera vez pero después quedábamos… ¡Y quedábamos para lo que quedábamos! Nuestro lugar de encuentro era en la finca de Prado del Rey de un amigo suyo al que le dicen El Pajarito. Incluso me ofreció un trío con su amigo.»
Nos llama la atención cuando Paqui habla de unas supuestas tarjetas SIM donde se presume guarda a buen recaudo todo lo que el pequeño de los Janeiro le escribía: «En esas tarjetas están todos los mensajes de Victor Janeiro. Las horas, las quedadas, los sitios… Incluso mensajes en los que me decía ‘los fines de semana no existo, ni te conozco, ni me conoces, estoy con Bea‘». Continua explicándonos que «intentaré desbloquear las tarjetas y si me siguen tocando las ‘castañuelas’ voy a coger a un informático y voy a sacar todo lo que me decía y mucho más«.
Paqui se hizo un hueco en el universo ‘Sálvame’, donde fue bien acogida por el equipo y la audiencia a pesar de que sus recuerdos en el programa se figuran agridulces: «Lydia Lozano me llamó montajista y chantajista por mi enfermedad. A ella le gusta mucho hablar de las enfermedades de los demás y yo puedo demostrarle cuando quiera con documentación todo lo que yo estoy padeciendo por mi fibromialgia».
Peor recuerdo aún guarda de Conchita, la poligrafista, «Para mí no es Conchita, es un DEMONIO», nos espeta la Coles. «Me acribilló, me acomplejó, me dijo que era fea para Víctor Janeiro. Me lo hizo pasar fatal. Tuve que hacer el polígrafo sin desayunar, sin mi tratamiento con el que llevo más de 30 años. Me dijo que ella no me creía por fea».
El tono de Paqui cambia cuando habla de Jorge Javier Vázquez, a quien tiene un mensaje que enviarle que según ella «cuando lo lea, se le removerá todo por dentro«. Nos relata que un día, estando tranquilamente en casa, «llamó a mi puerta una señora de su barrio, de la localidad de Badalona, madre de un amigo suyo de la infancia, Pedro, que el pobre chiquillo murió. Pedro y Jorge eran íntimos amigos y la señora me dijo ‘dile a Jorge Javier que yo lo quiero mucho pero que yo quiero al Jorge que era amigo de mi hijo Pedro no al que te pisoteó en los platós de televisión«‘.
Pero si culpa a alguien de su destierro televisivo es a Belén Esteban, de quien comenta que en Ubrique nadie la recuerda con anhelo: «No la quieren aquí y cada vez que la ven me dicen ‘¡Vete y ocupa su sitio!, ¡Es una mentirosa!’. Belén me cogió manía desde el primer día. Yo le planté cara y se fue llorando del plató, llamándome «hija de puta» con el micro abierto y diciendo que me iba «a dar dos hostias». A partir de entonces ella dijo que los días que yo colaborase, ella no iría. No me llaman por culpa de la ‘princesita’.
¿Acabará Paqui La Coles recuperando el contenido de esas tarjetas SIM y llegaremos a ver algún día las contundentes pruebas que dice guardar como oro en paño?