Quique Jiménez -Torito- el reportero más gracioso y carismático de nuestra televisión, anunció hace apenas unos días que abandonaba el programa ‘Hora Punta’, al que acababa de incorporarse. El menorquín alegó que «se incumplieron algunas cláusulas del contrato» para poder decirle adiós a Javier Cárdenas, que colecciona charcos, suponemos que involuntariamente.
Dando un paso atrás y con el rabo entre las piernas, Torito tenía planteado volver cómodamente a su puesto de trabajo en ‘¡Qué tiempo tan feliz!’ de la mano de María Teresa Campos, aportando, como siempre, ese toque «ácido» (de nada por la promo) al nostálgico programa vespertino de los fines de semana. Pero con la última decisión de Telecinco, sus planes se han ido al traste. La cadena ha decidido cancelar de forma definitiva el espacio de los fines de semana y el sábado 1 de abril tendrá lugar un programa final de despedida en el que por supuesto el chico de las eternas rastas participará.
Torito admitió en su penúltima entrevista concedida en el Deluxe que se encontraba “cagado, siempre he sido muy tímido y empezar de cero siempre me ha asustado. Pero es algo que he estado buscado durante muchos años”, admitiendo que ha logrado su sueño de ser padre: “Quería ser padre a los 30, pero uno se va liando con proyectos… Después conocí a la persona más importante de mi vida que es mi pareja y dijimos, vamos a por todas. El proceso de una maternidad subrogada puede suponer más de 100.000 euros. Quiero animar a la gente. Dejé de hacer muchas cosas y poco a poco he ido consiguiendo el dinero. Dejé de cenar con amigos, de tomar copas e incluso venía en metro al plató de Telecinco para ahorrar dinero y ponerlo en una hucha. Necesitaré dinero para alimentar a mi hijo, por supuesto tengo planteado volver a la televisión pero no sé cuándo”.
Es decir, que el reportero está pasando unos malos momentos económicos, agravados por un pequeño problema de salud de su hijo en suelo americano -hecho que le obligó a pasar menos tiempo del esperado en Estados Unidos por los elevados costes de la salud para el ciudadano de a pie- y es que según declaró él mismo, tuvo que desembolsar 7000 dólares por la última pequeña intervención a la que fue sometido su primogénito, Nathan.
Lo que sigue en pie es el lanzamiento de su libro ‘Ácido’, que ahora tendrá mucho más tiempo para promocionar. El él retrata que: “Muchas veces creo que la única forma de ser alguien es fingir que eres otra persona. Hay días en que pagaría por no ser popular, pero otros en los que abonaría el doble para poder seguir dedicándome a mi profesión (…) Todos pensábamos que con la llegada de nuevos canales habría contenidos para todos los gustos y en cambio la tele ha ido para atrás. Los programas cada vez son menos transgresores y tienen menos contenidos humorísticos para no ofender ni molestar a los patrocinadores asustados por algún comentario en contra en Twitter. Sin las redes éramos más felices y si yo sacaba un rabo, no pasada nada”.
¿Cuáles son los planes profesionales de Torito para 2017?