No puede más. José Ortega Cano era una persona antes de su paso por prisión y otra totalmente diferente tras haber pasado por Zuera. Su actitud con la prensa cambió radicalmente: siempre se para, posa, habla y acude a eventos de prensa en los que sabe que será preguntado por temas más o menos incómodos de su vida personal. Su hijo José Fernando se encuentra -por segunda vez- en prisión tras quebrantar la orden de alejamiento que pesa contra su pareja, Michu.
Suspiros que lo dicen todo y miradas de un padre triste que no sabe qué hacer con un hijo que no termina de enderezarse. A la salida de un acto taurino, el viudo de Rocío Jurado se encontraba con algunos compañeros de prensa que, de forma respetuosa y en el ejercicio de su trabajo preguntaban al maestro por la situación de su hijo José Fernando. La reacción de Ortega Cano fue abrupta e inesperada y estamos seguros que, hoy por hoy, se encuentra arrepentido de haber actuado así contra quienes lo han ayudado en innumerables ocasiones.