La muerte de George Michael conmocionó al mundo. Fue el publicista del cantante el encargado de dar a conocer la triste noticia en un escueto comunicado: “Con gran tristeza podemos confirmar que nuestro amado hijo, hermano y amigo George murió en paz en su hogar esta Navidad”. El cantante fallecía el día de Navidad en su casa de la localidad de Goring-on-Thames por un supuesto fallo cardíaco. Todas las teorías entonces apuntaban a una recaída a la heroína, sustancia estupefaciente a la que fue adicto y que llevó a Michael a los años más oscuros de su carrera artística.
“George Michael ya había sido trasladado a urgencias en más de una ocasión durante estos últimos tiempos. Consumía heroína. Creo que es increíble que haya podido durar tanto tiempo dadas las circunstancias” contaba un informante al tabloide británico The Sun. Tras las fiestas, George Michael tenía previsto regresar al trabajo. Estaba inmerso en la preparación de su próximo álbum. Pues bien, tras todas las habladurías y especulaciones, se ha revelado que Michael murió por causas naturales según informa el juez forense a France Presse. El artista británico, sufrió una «cardiomiopatía dilatada con miocarditis», según revelan los resultados de las pruebas llevadas a cabo por Darren Salter, médico forense de Oxfordshire.