El divorcio profesional de María Teresa Campos y Telecinco le está pasando factura a Terelu. La hijísima vio como la emisión de los especiales de Las Campos, que combinaron críticas elogiosas y algunos palos por los excesos de la familia televisiva, conllevaron unos debates sobre el amor entre su madre y Bigote Arrocet que enfadaron tanto a la ex reina de las mañanas que desapareció durante más de un mes de su sección semanal en Sálvame.
Tras volver alegando una torpe excusa, «vacaciones», María Teresa ha visto como Telecinco primero le recortaba la duración de ¡Qué tiempo tan feliz!, días después le cancelaba la edición de los domingos por la tarde y por último decidía que a partir de esta semana el espacio nostálgico que se va a emitir grabado.
Esta colección de venganzas ha repercutido negativamente en Terelu, sedienta de ingresos por sus elevadas deudas. La colaboradora tiene contraída una hipoteca por su triplex de casi un millón de euros y otros 200.000 euros con Hacienda. Por lo cual, la ex presentadora ve como para 2017 sus ingresos se podrían quedar lejos de los alrededor de 200.000 euros brutos que se embolsó el pasado año.
En primer lugar porque sus ingresos por ¡Qué tiempo tan feliz! se ven reducidos a la mitad, de 6.500 euros mensuales a alrededor de la mitad. También la reducción de este espacio provoca que los spots que presenta dentro del programa, por los cuales se embolsan 800 euros extra, también se vean reducidos. Es decir, Terelu tendrá que vivir de sus dos colaboraciones semanales en Sálvame, en las cuales ingresa alrededor de 800 euros por intervención, cifras a las que suma los alrededor de 3.000 euros al mes por el programa que presenta su madre.
Pero la guerra entre su madre y cadena no es el único factor que podría ir en contra de sus ingresos. Y es que el primer barómetro sobre el movimiento en España que ha elaborado Rexona acaba de publicar su sondeo y Terelu sale malparada al ser considerada una de los famosos con hábitos menos saludables junto a Belén Esteban, que admitió adicciones, Santiago Segura, imagen de excesos con la comida por su papel de Torrente, y Kiko Rivera, eterno objeto de mofas por su estado físico.
En el caso de Terelu, que ha pasado de parecer un maniquí a ser síntoma de persona con hábitos poco saludables, la emisión de Las Campos ha tenido mucho que ver en ello. ¿Por qué? Por la recurrente imagen de la colaboradora comiendo con ansia una porra o lo que surja. Y esta encuesta, que podría parecer inofensiva, repercute negativamente en Terelu ya que su imagen se asocia a algo malo, situación que afecta negativamente a la hora de que las marcas se acuerden de ella para eventos publicitarios.
Este hecho sumado a que Terelu lleva tres años sin ejercer como presentadora, tras una espantá, pone en solfa que pueda hacer frente a sus deudas sin ayuda de su madre.