Bertín Osborne acumula toneladas de seguidores y detractores. Los primeros degluten sus entrevistas, compran sus discos dedicados a las mujeres y asisten a sus shows teatrales junto al cómico Arévalo. Los segundos tildan al cantante de «caposo» o «machista» mientras programas y comics humorísticos como Late Motiv, La Vida Moderna o El Jueves le intentan alinear con la extrema derecha política.
Pero él va por libre, caminando a buen paso, ya que es consciente de haber logrado que Mi casa es la tuya se haya convertido en uno de los fenómenos televisivos de los últimos años gracias a sus entrevistas amables y la imagen cuidada de su espacio de entrevistas: gracias a esta receta ha logrado que personajes alérgicos a los platós y revistas acudan a su casa o viceversa, consiguiendo que este programa que emite en la actualidad Telecinco tras su paso por TVE se haya convertido en una especie de adaptación del ¡Hola!
Es cierto que Bertín Osborne ha sufrido una ligera merma de audiencia tras su paso de La 1 a Mediaset, razonada por la incursión de publicidad. Pero al rey de la ranchera todavía se le resisten algunos personajes deseados para él: Felipe González todavía no ha dado el sí definitivo, pero el ex Presidente parece ser que finalmente se prestará a pasar por el show dada la amistad que le une al cantante. No sabemos si el ex líder socialista pasará por la cocina para hacer alguna receta, pero si que podría recordar su vida política tal y como lo han hecho otros personajes como José Bono, Albert Rivera, Esperanza Aguirre, Albert Rivera, Pedro Sánchez o Mariano Rajoy.
También Julio Iglesias, que según Bertín abrió un gran camino para los españoles en Miami, ha sido tentado para regresar a la televisión española, al menos por un día. Otros posibles invitados, quizás más utópicos, son Juan Carlos I, que se ha resistido a mostrarse ante las cámaras con contadas excepciones (todavía tenemos en la retina el baboso masaje de Jesús Hermida), o Pablo Iglesias, fichaje complicado por los palos del cantante en público a Podemos. El político que sí prestará a acudir al programa es Miguel Ángel Revilla, con el que Bertín ha viajado a Liébana para hablar de lo divino y lo humano.
Rafa Nadal, Fernando Alonso, Jorge Javier Vázquez o María Teresa Campos también aparecen en las quinielas de Bertín Osborne, que para sorpresa del respetable afirmó que creía que Cristiano Ronaldo no tenía dos horas de conversación. No sabemos si el astro portugués se prestará a sentarse junto a Lolita, que prepara junto a Gestmusic un proyecto similar para TVE. Pero Bertín no parece tenerle miedo a nada, sobre todo después de haber logrado conseguir que el Top Chef de Alberto Chicote hay conseguido el peor arranque de la historia del reality-show.
Pese al éxito, Bertín sufrió durante años un ostracismo televisivo, por lo cual es consciente de lo efímero de la fama. Él por lo pronto dice que quizás está cerca su fin encima de los escenarios: «No queda mucho Bertín Osborne para rato. Siempre digo que me quiero retirar y algún día lo acabaré haciendo. Creo que todo en la vida son etapas y creo que la etapa mía de artista está por terminar en breve. Llevar tantos años expuesto también quema, pero yo me lo paso bien con casi todo lo que hago». Y sobre el futuro del programa, pese a que le queda más de un año de contrato con Telecinco, sentencia: «He visto programas fantásticos que duran años y otros que son malísimos y también duran años, y nadie sabe por qué. Hemos conseguido hacer un programa blanco, agradable, simpático, donde simplemente charlando conoces a la persona que tienes en frente. A lo mejor mi ventaja es que no soy periodista y no tengo que hacer la típica pregunta que tenéis que hacer por obligación, Y no molesto, no meto el dedo en el ojo a nadie, y la gente lo pasa muy bien y, de hecho, todos quieren volver.