Lo que da de sí un diseño que haya lucido doña Letizia. Lo que se habla, y mucho, del modelito que la madre de Leonor y Sofía se ha puesto para una escapada privada – de esas a las que es tan aficionada- o para el último evento en el que haya hecho acto de presencia.
Se remueve lo humano y lo divino con tal de averiguar de quién es el estilismo que la mujer de Felipe VI ha tenido a bien sacar a pasear de su vestidor.
Ese ha sido el caso del -precioso, las cosas cómo son- vestido que Letizia lució en la pasada entrega de los Premios Nacionales de la Innovación y el Diseño. Un vestido capa que nos trajo a todos de cabeza para averiguar quién había sido el diseñador encargado de firmar el outfit. Hasta que averiguamos que el que lo rubricaba, de cuyas tijeras había salido, era Juanjo Oliva. Porque desde la firma, ni mu.
Hay que seguir las directrices que marcan desde Casa Real y, sobre todo, que ha impuesto la nuera de don Juan Carlos y doña Sofía. Que no se llevará mucho con ellos y no aprobará su actitud, sobre todo la del emérito, pero hay sabios consejos que ha aprendido a seguir.
Y si no recordemos cómo rodó la cabeza de Jorge Vázquez cuando el modisto comentó delante de unos periodistas que la Reina Letizia se había interesado por sus creaciones y habían cerrado una reunión para hablar de cómo podía vestirla.
Una indiscreción que tuvo sus consecuencias. Acto seguido, reunión cancelada y Vázquez tachado de la lista de opciones.
Y es que, al final, Letizia parece haber entendido lo que representa y se ha dado cuenta de que en su armario tiene que haber cabida para otros hombres distintos a Felipe… Varela. Optar por diferentes diseñadores que, para ello, es imagen de lo español y tiene que servir de altavoz para todos.
Para ella supone que aúpen sus estilismos a lo más alto. Que la nombren la mejor vestida de 2017, consolidando el mismo premio que ya se le otorgó el pasado año. Y para los demás, que se conozcan sus diseños y se conviertan en los más buscados y, por ende, los más vendidos.
Así sucedió con la firma gallega Oky Coky, que se convirtió en tendencia y aumentó sus ventas considerablemente al ver cómo Letizia lucía alguno de sus modelos. Al igual que lo logró Carlota Isabel Diana, hija príncipe William y Kate Middleton, con los modelos españoles que llevó de pequeña.
Letizia, en su última aparición, se la ha comparado hasta la saciedad con Rania de Jordania. Un modelo de Roberto Verino que ha visto cómo, al final, Letizia ha hecho caso al llamamiento que lanzó hace tiempo: “aplaudo a la Reina por el bien que ha hecho a la moda española a través de Felipe Varela pero también es verdad que al resto de profesionales también nos gustaría un guiño.»
A doña Letizia le queda, tan sólo, apoyar a aquellos diseñadores de toda la vida que, como Adolfo Domínguez, ha tenido que cerrar algunos puntos de venta en España; aunque está creciendo en México, un país con muy buenos resultados para el Grupo.
Volver a ser la Reina de todos los españoles