Mercedes Milá sigue sin digerir su relevo en Gran Hermano, ¿voluntario o involuntario? Hace unos días la comunicadora catalana habló de su adiós al reality-show por decisión propia, pero el verano pasado en el Deluxe señaló que Paolo Vasile antes de vistarla a Barcelona publicó una nota de prensa que confirmaba el relevo, por lo cual fue una decisión de Mediaset que la comunicadora no siguiese al frente del programa más emblemático de Telecinco.
La presentadora señaló que pidió «que me hicieran una oferta con un programa social, que es lo que yo quiero hacer desde siempre. Me dijo que sí. Y yo que llevo 16 años diciendo amén a todo y que jamás he pedido un aumento de sueldo, porque no me lo dais, creo que si me hacéis una oferta bonita… Al final no ha podido ser, pero no pasa nada. No ha habido problemas de otro tipo como se ha dicho. Yo estaba pidiendo un poquito de amor, un poquito de ‘venga, Mercedes, tía. Te ponemos a hacer publicidad, te damos el programa, y ganas un poco más de pasta’… Nada más».
Pero Mercedes Milá no asume su relevo, por lo cual envió a Jorge Javier Vázquez un dardo de aúpa cuando los resultados no acompañaron al traumático cambio: «Los números cantan. La realidad es que este año está siendo más difícil para mis compañeros y yo me muero de pena, el otro día vi la audiencia y me da muchísima rabia, desearía que estuviera haciendo tres veces más». Aun así Mercedes en sus últimas declaraciones ha decidido apuntar más a la directiva de Mediaset en vez de a su compañero: «Les dije a mis compañeros durante una comida en Guadalix que creía que Jorge Javier Vázquez había aguantado más de la cuenta. Él ha pagado los platos rotos que no le correspondían, que en todo caso tendrían que haber ido para quienes decidieron que esto fuera así».
También «dio en los morros» a Mediaset al visitar hace unos días el plató de El hormiguero, programa vetado para las estrellas en nómina del grupo. Telecinco sabe que cuando Mercedes Milá abandonó por primera vez el concurso, relevada por aquel entonces por Pepe Navarro, Gran Hermano se hundió. Pero ni por esas Paolo Vasile da su brazo a torcer, aunque Mercedes afirma que no volvería a presentar el programa «ni por todo el oro del mundo». Es cierto que la comunicadora ha logrado la renovación de su espacio literario, Convénzeme, pero sigue sin olvidar el portazo de GH: «No sentí tristeza, pero me pareció todo muy raro. Incluso llegué a pensar que ya lo tenían todo decidido. Han sido 16 años entregada mañana, tarde y noche. E incluso madrugadas. Luchando con mis compañeros a muerte. Lo que este programa me ha dado… ya lo verás. ¿Cansada? No, pero llega un momento que, dentro de ti, por mucho que rascas, cuesta encontrar la fuerza que necesitas, es un programa que requiere una barbaridad de energía. Yo he pasado meses muy malos, que yo estaba mal, pero la gente no lo sabía y lo he pagado muy caro. Estaba estresadísima. Hacía ‘Gran hermano’ y ‘Diario de…’ y llega un momento en que el cuerpo dice basta. Lloraba, no dormía bien. Y me dije que eso era un signo muy importante de que hay que dejar el sitio a otra gente. Esto me pasó en las dos últimas ediciones. Y me asusté».