Gloria Camila no da abasto. Además de componer, recomponer y fintar con su día a día, la hija de José Ortega Cano y Rocío Jurado se echa a las espaldas mucho más de lo que pensamos. Y siempre pensando que puede con todo.
Tan pronto la vemos haciendo bolos y apoyando la última entrega del SIMOF donde solía desfilar, como teniendo que cerrar la tienda de ropa que tanta ilusión le hacía y que abrió junto a Ana María Aldón, actual pareja de Ortega Cano y madre de su hijo José María.
O, como es habitual en ella, defendiendo el orgullo familiar y enarbolando que- salvo algunos no bienvenidos- son una piña. Tan sólo hay que verla enfrentándose a su hermana, Rocío Carrasco, por su sobrina, Rocío Flores Carrasco, y por la herencia y el museo dedicado a Rocío Jurado.
El que se lo pone muy difícil -quizás demasiado en algunos momentos- es su hermano, José Fernando. Con él pasan del orgullo por las pequeñas victorias y su eterna batalla con ciertas sustancias, a la desesperación por cómo echa de nuevo su vida por la borda.
Y sin poder controlarle. Sin límites. El último varapalo al que tienen que hacer frente todos los Ortega Cano es a la posibilidad de que José Fernando vaya de nuevo a la cárcel; algo que influiría de forma decisiva en el proceso de recuperación que quieren que JoseFer lleve adelante.
El incidente que protagonizó el hijo de Ortega Cano y Rocío Jurado el pasado enero en Arcos de la Frontera, cuando se escapó tras el alto de la Guardia Civil, podría desembocar en una pena de prisión de un año. O, al menos, eso es lo que se aventura tras darse a la fuga, conducir sin carnet y, además, violar la orden de alejamiento de su ex pareja sentimental, Michu. Precisamente por estas causas acudía esta mañana José Fernando a los juzgados de Jerez de la Frontera tal y como podemos observar en la imagen.
Y es esta, precisamente, uno de los principales quebraderos de cabeza de Gloria Camila y del resto de la familia. Tan sólo hay que recordar que la joven asegura estar embarazada, por segunda vez, de José Fernando.
Un niño, de cuya paternidad no están nada convencidos los Ortega Cano. Así que, al parecer, quieren seguir los pasos de Ivonne Reyes y Pepe Navarro y luchar porque ese retoño sea sometido a una prueba de ADN que demuestre quién es su verdadero padre.
Eso sí es cierto que Michu vuelve a estar embarazada. Ya que tan sólo hay que recordar el circo del predictor, del supuesto aborto y de la exclusiva que, a golpe de talonario, consiguió la citada -y más que lista- jovencita.
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