La detención inesperada de José Fernando tras incumplir una orden de alejamiento impuesta por su novia, Michu, sorprendió a propios y a extraños. No solo porque todos desconocían la existencia de nuevos problemas entre la pareja, sino porque los familiares del joven pensaban que se encontraba en Salamanca continuando con el tratamiento de desintoxicación que sigue desde hace meses. Esta revista publicó, minutos después de la detención, la primera reacción de su primo, Paco Ortega Cano, que incidía, de nuevo, en la imposibilidad de ayudar a José Fernando.
Horas más tarde, con la situación algo más calmada, es Michu la que decide dar un paso al frente para aclarar, por primera vez, lo que ha ocurrido en esta ocasión. Su explicación al otro lado del teléfono no deja lugar a las dudas: «Entre nosotros no ha pasado absolutamente nada. Yo no he denunciado a Jose. Hubo un problema entre nosotros que tuvo trascendencia policial pero que tengo que recurrir porque para mí él es la persona más importante de mi vida. Estamos juntos y felices», insiste.
Pero, ¿por qué se detuvo al hijo de la fallecida Rocío Jurado y Ortega Cano? Las informaciones siguen siendo confusas. Mientras que la Guardia Civil asegura que la detención se produjo después de que José Fernando se diera a la fuga, Michu mantiene que esto es absolutamente falso: «Él no iba conduciendo porque no tiene carné y yo no le dejaría conducir. Tampoco es verdad que huyera, no sé porque la Guardia Civil está contando esas cosas porque no son así». Igual de vehemente me asegura que su novio y ella están felices ante el próximo nacimiento de su hijo: «es lo que más nos importa. Mi embarazo va perfectamente. De hecho, ahora me voy al hospital a hacerme una ecografía y, aunque José no me puede acompañar porque se vuelve al centro de Salamanca, está muy pendiente de mí. Es lo mejor que tengo».
Sin embargo, esta revista ha tenido acceso en exclusiva al atestado de la Guardia Civil y la versión de Michu dista diametralmente de lo que cuentan las autoridades: se explica que en el momento de la huida la pareja se monta rápidamente en el coche y se dejan un abrigo negro en el capó. Tras haber sido identificado José Fernando por la propia Guardia Civil, se inicia una persecución por Arcos de la Frontera hasta que llegan a la altura del cementerio. Confirman que quien conducía el coche, a pesar de no tener licencia para ello, es José Fernando Ortega. Acorralado, el hijo de Ortega Cano se baja del coche, emprende una huida corriendo hasta una zona conocida como Portichuelo. Los agentes se aproximan hasta el coche donde se encuentra Michu y les dice que no es José Fernando la persona que estaba conduciendo.
La Guardia Civil finalmente averigua que José Fernando tiene una orden de alejamiento no solo física sino que abarca cualquier tipo de comunicación a través de cualquier soporte para con Michu. Un requerimiento que se le impone el 26 de diciembre tras una denuncia presentada por María Jesús -Michu- denunciando malos tratos continuados en el domicilio habitual. José Fernando se enfrenta a dos posibles delitos: desobediencia a la autoridad tras su huida, que finalmente podría acabar en una falta y el quebrantamiento de la orden de alejamiento por el que puede ser condenado a una pena de entre 6 meses y 2 años de prisión. Teniendo en cuenta que el hermano de Gloria Camila tiene antecedentes penales y ya ha estado en prisión, se le presenta, desafortunadamente para él y su familia, una situación legal complicada.
Según cuenta la periodista Isabel Rábago, cabe recordar que Michu fue detenida en 2015 en el marco de una operación relacionada con el narcotráfico de drogas y que se le incautó un kilo de cocaína. La novia de José Fernando está en libertad con cargos y en su pueblo y alrededores -incluyendo a los cuerpos de seguridad de la zona- conocen su perfil.