Año nuevo, vida nueva. Aunque Agatha Ruiz de la Prada no tuvo que esperar hasta 2017 para que su vida tomase otro rumbo. El pasado mes de noviembre, Pedro Jota Ramírez solicitaba el divorcio a la que había sido su esposa durante más de 25 años. Uno de los matrimonios más estables y longevos del mundo de la comunicación y la moda. Una pareja especial que no dejaba indiferente a nadie y que en todos levantaba odios y pasiones. Él se había enamorado de otra mujer, Cruz Sánchez de Lara a la que no tardó en presentar a los medios, algo que hirió profundamente a la diseñadora: «Me habría gustado que, por respeto, esperase un poco más», dijo dolida en su primera aparición pública.
La imagen del sorprendente cambio de imagen de Ágatha Ruiz de la Prada, tras tres meses separada de su marido, se remonta a la semana pasada. El embajador de Estados Unidos en España, James Costos, celebraba una cena de gala que bien valía un dos por uno: su cumpleaños y su despedida oficial de la que ha sido su casa durante los últimos tres años. A la exclusiva fiesta no faltaron, por supuesto, exquisitos invitados entre los que se encontraban Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, Carolina Herrera y su marido Miguel Báez ‘El Litri’ o la Baronesa Thyssen, entre otros. ¿Qué os parece su nuevo cambio de imagen? ¿Se ha pasado con el bisturí?
Existe un verdadero problema con los famosos que pasan por quirófano y los resultados no son los deseados. Más que problema, una plaga. En el mundo del artisteo no vale eso de que la arruga es bella. Los famosos luchan contra el paso del tiempo a golpe de bisturí y retoques estéticos que, en muchos casos, han desgraciado sus rostros. Pasen y lean sobre este museo de los horrores.
El ganador de un oscar por El luchador, Mickey Rourke se ha sometido a diversas cirugías y tratamientos de medicina estética que han dejado su rostro irreconocible. Sin duda, su imagen ha empeorado desde que le diera por entrar y salir del quirófano. Los expertos aseguran que no hay arreglo para el tremendo desastre en que se ha convertido el rostro de Mickey.
Intentando frenar el paso del tiempo, Donatella Versace ha quedado irreconocible y con un aspecto horrible. Los retoques que se ha hecho en el rostro le han dado un aspecto plastificado y antinatural. No es que fuera una belleza, pero Donatella tenía unos rasgos fino y bien definidos que han mutado en algo para lo que no encontramos nombre.
Aunque ella lo niega, es indudable que algo se ha hecho Renée Zellweger en el rostro que se ha llevado esa dulzura que emanaban sus rasgos. Sin duda, está irreconocible y ha perdido muchísimo. Si tiene que volver a meterse en el papel de Bridget Jones, los maquilladores van a tener que emplearse a fondo para devolverle la frescura.
Silverster Stallone parece haber heredado de su madre la afición al bisturí. El rostro del actor muestra el desastre de varias cirugías estéticas que jamás deberían haberse producido. Rocky no se resiste a envejecer y entra y sale del quirófano cada dos por tres.
Lara Flynn Boyle es una mujer bellísima a la que su peor enemigo debió aconsejar que se hiciera unos arreglillos. El resultado no ha podido ser peor. Su cara ha perdido volumen y muestra las huellas de una remodelación desastrosa.
Julio Iglesias se sometió a un lifting que paralizó algunos de sus músculos faciales. Desde entonces, el cantante intenta arreglar el desaguisado. Ha visitado la consulta de varios cirujanos y la respuesta siempre es la misma, no hay nada que pueda hacerse. El cantante ha pasado períodos de depresión por este motivo.
Tori Spelling siempre se sintió el patito feo. No estaba a gusto con su rostro y pensó que la solución pasaba por el bisturí. La actriz se equivocó. Las cirugías a las que se ha sometido le han dado un aspecto de muñeca pepona muy artificial.
Dicen que la obsesión por mantenerse joven le vino a Melanie Griffith a raíz de su matrimonio con Antonio Banderas. Entonces se metió en una espiral de retoques que le han restado más que sumado. Una de sus grandes equivocaciones fueron las infiltraciones para aumentar el volumen de sus labios.
Yola Berrocal era una chica mona que no necesitaba pasar por el quirófano. Su deseo por tener una buena delantera hizo que se pusiera unas prótesis mamarias exageradas. Su cara también es el reflejo de tanto retoque desafortunado.
Bibiana Fernández no tiene ningún problema en reconocer que la cirugía plástica es su gran aliada. El problema es que tanta intervención ha hecho que su cara haya perdido gran parte de la belleza y expresión que nos enamoró.