Hubo un tiempo en que lo friki enganchó en televisión. Era la época de Nuria Bermúdez y sus seis polvos con Antonio David. Del coche estrellado en la Cibeles en cuyo interior iba Loly Álvarez. Las crónicas hablaban de los macarrones que Toni Genil cocinó para Michael Jackson. Leonardo Dantes perseguía a Tamara y le cantaba canciones a Javier Sardá en Crónicas Marcianas. Rocío Carrasco hacía exclusivas y aparecía del brazo del padre de sus hijos. José María Franco se constituyó en azote de Ortegas y Mohedanos. ¿Qué fue de estos famosos que regalaron momentos inolvidables para la crónica rosa? Te lo contamos, y también te desvelamos que ha sido de otras celebrities más recientes que han hecho mutis por el foro. Sigue leyendo porque no tiene desperdicio.
Nuria Bermúdez perseguía la fama con ahínco. Se presentó a Miss Madrid en reiteradas ocasiones pero no la aceptaron. Su gran oportunidad llegó cuando relató en televisión que había compartido una noche de pasión con Antonio David Flores. Para la historia han quedado los “seis polvos” que ella asegura echaron. Nuria empezó entonces su carrera en televisión mostrando su lado más canalla. Colaboró en Crónicas Marcianas y eso la catapultó al mundo de los bolos. La madrileña aireó un affaire con Cristiano Ronaldo del que no se obtuvo constancia gráfica. En su haber hay otros futbolistas.
NuriaBer cuenta que una noche en que se puso a pensar y contempló la soledad que la rodeaba en una habitación de hotel, decidió cambiar de vida. Después llegaría su sonado romance con Dani Güiza. Tuvieron un hijo pero acabaron fatal, con pleitos por la manutención del pequeño, por quién debía vivir en la casa que había sido el domicilio conyugal y otros asuntos. Los altercados con el futbolista hicieron que volviera a asomar su rostro en la pequeña pantalla. Posteriormente, decidió alejarse de la fama para sumergirse en la vida anónima. Su trabajo está relacionado con el mundo de los fichajes de fútbol, es agente FIFA, y el centro de su universo es el pequeño Dani Güiza JR, a quien su padre no ve. La ex pareja ha sido incapaz de ponerse de acuerdo hasta en este punto.
Loly Álvarez se convirtió en azote de Tamara a propósito del ¡No cambié! La rubia se unió al clan de Leonardo Dantes, Toni Genil y otros más para atizarle a la vasca. En aquellos días, Loly era capaz de todo con tal de salir en televisión. Se comentó que los pasajeros del coche que se estrelló en La Cibeles, entre los que se encontraba la rubia, habían urdido el plan para chupar cámara y así ir a un plató. Tras una época en la que no paraba de salir en televisión a propósito de las circunstancias más absurdas, Loly desapareció.
En la actualidad, la situación de Loly Álvarez es crítica. Ella misma ha explicado a LOC que está a punto de perder su chalet: “La casa en la que he metido los ahorros de toda mi vida, por la que ni siquiera me fui de viaje de novios”. Según su testimonio, el origen de sus males está en los miles de euros que le adeudaba a Rodríguez Menéndez. Para acabar con la deuda, recurrió al conocido como el mayor usurero de España, Antonio Arroyo Arroyo, que le dejó 18.000 euros a un interés de demora del 29%. Loly puso su casa como aval y ahora se encuentra inmersa en un proceso judicial contra Arroyo para no perder la vivienda: “Un buen día llegó una carta del juzgado diciendo que iban a subastar mi casa. Incluso apareció un señor a quien Arroyo le había vendido ya mi casa por 75.000 euros”. El asunto está sub judice.
Toni Genil fue un cantante reconocido en una época. Tenía y tiene buena voz. Sin embargo, su estrella en la música se apagó y se recicló en friki. Se juntó con Loly Álvarez, Leonardo Dantés y otros más y así fue haciéndose un hueco en la televisión de entonces. Se proclamó descubridor de Tamara y acabó azuzándola en televisión por desagradecida.
Lo cierto es que Toni ha divertido al personal con sus anécdotas. La más celebrada, la que cuenta que cocinó macarrones para Michael Jackson en su casa de Madrid. En 2011 se enroló en Supervivientes y su forma de concursar gustó. En la actualidad, está jubilado y vive modestamente pero sin estrecheces. De cuando en cuando, hace algún bolo como cantante y así mata el gusanillo. A sus 68 años, se conserva muy bien y no ha perdido su eterna sonrisa ni el sentido del humor. ¿Le molesta a este hombre que le llamen friki? “En absoluto, en mi vida he ganado tanto dinero como entonces”. Sin duda, un buen tipo.
Todo un espectáculo ver a Paco Porras en acción cuando se desempeñaba como vidente de las hortalizas y verduras. Inenarrable el espectáculo que generaba cuando leía el futuro en un nabo. Se convirtió en asiduo a Crónicas Marcianas y el público se retorcía en sus asientos presos de la risa. Su llegada al mundo Sardá se produjo de la mano de Javier Cárdenas, a quien Paco cataloga como “Sinvergüenza y canalla”, añadiendo que “Me dejó tirado como una mierda de perro”.
En sus inicios en televisión, Paco se presentó como novio de Tamara. Acabaron muy mal. Después, se arrimó al club de los frikis y empezó a rodar como vidente. Algo tenía que gustó a los productores y se enroló en el fallido Castillo de las mentes prodigiosas. Una vez perdido el brillo mediático, Porras intentó comercializar un licor llamado Vaticano, que describía como “Elixir papal, auténtico limoncello, elaborado con limones de la huerta almeriense”. Fue un fracaso e intentó volver a los medios vía internet. Creó un canal en youtube y se puso al frente de un programa de radio. La experiencia como comunicador duró poco. No salió bien y Paco decidió volver a sus cuarteles de inviernos desde donde prepara su próxima rentrée.
Leonardo Dantés llegó a nuestras vidas como el compositor del ¡No cambié! con el que Tamara triunfó. Sus apariciones en televisión eran divertidas. Inventó el pañuelo-pendiente y cantó a Javier Sardá. Él y sus amigos llegaron en el momento justo en que la crónica rosa necesitaba un revulsivo, ni que fuera a base de frikismo. Triunfaron y ganaron mucho dinero. Una época de la que no abomina Leonardo.
Cuando la televisión dio de lado al club de los frikis, Dantés decidió volver a su pueblo. Así sucedió: “Con el boom del ¡No cambié! hubo ahí cuatro años más o menos en que salíamos en la tele a cada momento, estábamos hasta en la sopa. Luego bajó la cosa y empecé a ver la parte negativa de la fama. Aquí hay mucha envidia. A gente de la profesión le molestó que un grupo de personas subiéramos al estrellato desde la nada, pero yo soy un trabajador nato, no llegaba desde la nada, no soy un vividor que se aprovecha de las circunstancias. Esa envidia me molestó mucho. Empecé a deprimirme y a agobiarme”, y fue ahí cuando se instaló en San Vicente, Extremadura.
Como compositor, Leonardo es autor de 57 obras y ha participado en 98. Los Chunguitos han cantado algunas de sus canciones, así como María Jiménez o El arrebato, entre otros. Sus ingresos económicos proceden de los derechos de autor y de las galas. Sigue llevando una vida bohemia. Se acuesta al amanecer y se levanta al mediodía. Come algo y se pone a componer. No tira la toalla y sigue apostando porque una canción suya participe en Eurovisión. Leonardo afirma que su paso por Crónicas Marcianas “Fue bueno. Lo malo es que alguna gente, que piensa poco, me tomara como el pito del sereno, la imagen esa de que estoy trastornado y no tengo validez artística. Pero me hizo popular, todos los humoristas me imitaron, la gente empezó a bailar como yo y la mayoría de la gente me quiere”, toda una oda a la positividad.
José María Franco se hizo conocido como el chófer de la Jurado. Su salto a los medios contó con el apoyo de Antonio David Flores, posteriormente acabarían tarifando. La presencia de José María ha sido constante en los platós, pues es conocedor de muchas intimidades del clan Mohedano. Rocío Carrasco lo demandó por decir que era “mala madre para sus hijos porque siempre los deja con las tatas, y antes los dejaba conmigo”. El ex chófer también expresó que a la hija de la chipionera “le da todo igual cuando se engancha a un hombre. Si José Parra se hubiese venido a Madrid ahora estaría con él y no con Fidel. Éste ha vivido como un rey y seguirá así hasta que le dure a ella el celo”. Y siguiendo con su testimonio, Franco reveló que “Rociíto le ha puesto a Fidel dos veces las maletas en la puerta. Además, una tata me contó que una noche, después de una fuerte bronca entre ellos, ella tuvo que tirar a la basura un televisor y un teléfono completamente destrozados. Rociíto no se lleva bien con Fidel, pero no le deja por miedo a que hable”. Pues bien, en primera instancia ganó la Carrasco. Posteriormente, el fallo fue revocado y José María quedó libre de toda culpa.
En la actualidad, José María Franco lleva una vida tranquila. Disfruta mucho de su faceta de abuelo y es feliz con su mujer y sus hijas. Le gustaría volver a la palestra para explicar más secretos pero no lo tiene fácil. Algunos medios lo consideran un friki y de ahí que no den veracidad a su testimonio. Sin embargo, todo lo que ha dicho, el tiempo ha demostrado que era verdad.
Hace meses que Rocío Carrasco está desaparecida. Anunció vía exclusiva que se casaba con Fidel Albiac y estalló la tormenta. Nadie entendió que no invitara a sus hijos. Hasta entonces, todo se le había perdonado a la hija de la chipionera. Si se hablaba de problemas con sus tíos maternos, se la disculpaba y se la señalaba como víctima de la inquina de sus familiares. Sin embargo, las voces de sus afines enmudecieron en cuanto se supo del distanciamiento y el ostracismo al que había condenado a Ro y Da.
Rociíto nació para el gran público cuando era una adolescente. Se enamoró de Antonio David y le cogió el gusto a las exclusivas. Abandonó el nido pero no el manto protector de mamá, que no sabía lidiar con el fuerte carácter de su niña. La cantante se la tuvo que envainar cuando Rocío le comunicó que se separaba del padre de sus hijos. Se marchó y dejó a su ex en la casa materna. Posteriormente, sufriría un grave accidente automovilístico que hizo que Fidel entrara con muy mal pie en la familia. A los padres de la joven nunca les gustó el sevillano. Sin embargo, Rocío hizo caso omiso y siguió junto al hombre que se ha convertido en su segundo marido. Queda claro que Albiac es la única medicina que necesita la Carrasco.
Techi fue novia oficial de Kiko Rivera durante bastante tiempo. Parecía que la cosa iba en serio ya que Isabel Pantoja dio su bendición al noviazgo. Sin embargo, rompieron. La rubia, antes morena, tardó un poco en ir a un plató pero lo hizo para revelar aspectos desconocidos de la relación con los Pantoja: “Yo le gusté mucho a Isabel porque cuando su hijo estaba conmigo no llevaba malos hábitos. Sin embargo, cuando aborté se volvió como loca conmigo”. Cuando la joven comunicó su embarazo, así reaccionó su suegra: “Cuando le dije a Isabel Pantoja que estaba embarazada, me pidió que no le dijera nada a mis padres porque quería negociarlo para dar una exclusiva. Pidió 600.000 euros”.
Techi Cabrera sorprendió cuando se conoció que estaba saliendo con Alberto Isla, ex de Isa Pantoja. La cosa tenía mucho morbo. En cuestión de semanas, la pareja empezó a convivir en Madrid. Posteriormente, se casaron y ella sufrió un aborto. Después llegó la separación y Techi expresó: “He sentido miedo de Alberto Isla”. También se mostró arrepentida de no haber hecho caso del testimonio de Chabelita y desapareció de los medios. Está encantada ejerciendo de mamá del pequeño Enzo, que ya ha cumplido cinco años. El dinero no es problema para ella ya que su familia, a pesar de los altibajos de la crisis, está bien posicionada.
Alberto Isla entró por la puerta grande en la crónica social cuando se supo que era el padre del hijo que esperaba Isa Pantoja. La noticia fue mal recibida en Cantora, que acabó convirtiéndose en una cárcel para la hija de la tonadillera de la que se liberó al cumplir los 18. Entonces se fue a vivir con Alberto. Nació su hijo y parecían felices. Sin embargo, pronto empezaron a aparecer otras mujeres que aseguraban haber mantenido intimidad con Isla. Isa le dio un voto de confianza y continuaron la convivencia hasta que un hecho concreto desencadenó la ruptura.
Ya lejos de Isa, Alberto conoció a Techi y empezaron una relación. Fue ella quien le aconsejó que acudiera a televisión para ganar dinero a cambio de ofrecer su testimonio. Con Techi rompió y aparecieron otras mujeres en escena que le calificaron de celoso y controlador. Intentando dar un giro a su vida, Isla ha desaparecido de las redes sociales. Cambia habitualmente de número de teléfono y se ha alejado totalmente de los medios. A sus veintipocos años, tiene dos hijos y muchos kilómetros de experiencia vital a sus espaldas. Con Isa mantiene un pacto de no agresión. Decidieron llevarse bien por el pequeño Alberto y lo han conseguido. Él no puso pegas cuando ella se mudó una temporada a Londres. En la vida de Alberto Isla hay un antes y un después. La muerte de su padre le marcó a fuego y a veces le resulta complicado vivir con eso a cuestas.