La nueva edición de Gran Hermano Vip no está cumpliendo con las expectativas. Aunque el casting de Zeppelin está más enfocado a profesionales amables que llevan años triunfando en televisión, parece que no han dado con la tecla. Y eso que en la casa de Guadalix de la Sierra también se encuentra uno de los personajes que más ha dado que hablar en los últimos tiempos. Toño Sanchís afila su lengua para repartir estopa a los colaboradores de Sálvame, especialmente a su ex representada Belén Esteban con la que mantiene un enfrentamiento desde hace varios meses.
En la gala especial que Telecinco programó el martes por la noche se vivieron momentos de máxima emoción y tensión. Desde las lagrimas de Alisson, que aseguró sentirse poco atendida por sus compañeros, hasta la incorporación de Terelu Campos como invitada estrella de la edición. La hija de María Teresa Campos se convertía en chef durante una semana, encargándose de las labores culinarias de los concursantes.
Además, la llegada de Terelu a la casa despertaba todavía más morbo: se iba a producir el reencuentro con Toño Sanchís, con quien también había mantenido una relación profesional durante bastante tiempo. Pero nada de lo vivido generó la suficiente expectación y Terelu llevó al fracaso el programa. La segunda gala de Gran Hermano VIP obtuvo la peor audiencia de la historia del reality (incluyendo la edición de anónimos) con un 14,1% de share, superado ampliamente por MasterChef Junior con un 15,7% y por la nueva serie de Antena3, Pulsaciones, que marcó un 17,2%.