Jorge Javier Vázquez tiende la mano al público ante la final menos vista de la historia de Gran Hermano

La audiencia de Gran Hermano decidió, en una apretada final, que la ganadora de la decimoséptima edición del concurso de telerealidad era Beatriz. La valenciana se alzaba con el 59,8% de los votos en una noche frenética en la que hubo tiempo para el amor, los reproches y los sueños. Porque Bea llegaba al plató como una auténtica exhalación. Entre vítores y también entre gritos discordantes. Sea como fuera, la noche se volvió tan platina como el nuevo pelo de Rodrigo que, visiblemente emocionado, se reencontraba con su novia ante el apasionado gesto de los allí presentes.

beagh27s

Parece que la final era cosa de dos: Bea o Adara. Una vez que la madrileña fue expulsada, todo apuntaba que el maletín sería para la Naranjita. En Twitter se olía -y se temía, por partes iguales- que la ganadora de Gh27 fuese la que entró con el pelo rosa y salió con el pelo azul. Pero tampoco los Adaristas lo hicieron demasiado bien si permitieron que expulsasen a su favorita ante Alain, que en primera instancia no tiene un fandom muy potente. Definitivamente ha sido una edición diferente. Jorge Javier Vázquez se enfrentaba a un formato que conocía pero que siempre había estado tocado por la mano de Mercedes Milà con su fórmula única de aparecer en platócon el vello de punta y vestida de lo que sea acompañada de la mítica sintonía que lleva casi veinte años resonando con fuerza en los salones de nuestras casas. Jorge lo ha tenido difícil, las críticas no lo han acompañado y el público, libre en todos sus aspectos, le ha espetado algún abucheo en directo. A él, plín. Esta mañana, ante los datos de audiencia que dejaban constancia de que la gala final de la decimo séptima de Gran Hermano ha sido la menos vista de la historia del reality en España -19’3% de share-, tuiteaba lo siguiente: