Isabel Pantoja prepara su desembarco en Latinomerica. Será el próximo mes de febrero, tal y como explicó Isabel Rábago en esta misma revista. Su ambición le hará cruzar el charco y disfrutar de una actuación histórica en el escenario de Viña del Mar. Un país, Chile, que no visitaba desde 1991 y en el que le esperan con los brazos abiertos. Las entradas, que alcanzan incluso los 400 euros, empiezan a agotarse en sus precios más elevados. Y es que hay muchas ganas por ver a la tonadillera desquitada de los grilletes carcelarios deambulando por el escenario. Aunque se desconoce si finalmente le acompañará Agustin Pantoja en su periplo americano, me insisten en que, junto a ella, viajará su sobrina Anabel.
Pero a su regreso Isabel no solo tendrá que organizar la gira de los próximos meses sino que además mantendrá una reunión con su abogada, Cinthya Ruiz, para aprobar la interposición de varias demandas contra periodistas y medios de comunicación. Pantoja declara la guerra a la prensa y asegura que demostrará que ha sido insultada y vilipendiada de manera injusta desde los principales programas y periódicos nacionales. Una batalla que no es nueva pero que se avecina muy agitada.
El buen hacer profesional de Cinthya hará que la cantante no solo paso en falso. Está perfectamente asesorada y, me insisten, solo se embarca en aquellas batallas que sabe ganadas. No quiere perder el tiempo con pleitos que pueden acarrearle un desembolso económico importante y, sobre todo, hacerle recordar fantasmas del pasado.