Al principio todo es bonito. Nos pasa a todos, es lógico, salimos, entramos, cenamos, amamos, saltan fuegos artificiales. Este es el punto en el que se encuentran Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez. El astro portugués, recién llegado de jugar en Japón con el Real Madrid, salía anoche a cenar con su chica, Georgina Rodríguez y con su mejor amigo Ricky Regufe y su novia Claudia Dinis. ¿El lugar elegido? Uno de esos sitios en los que tienes que llamar con semanas de antelación para reservar mesa: Amazónico, ubicado en el Barrio de Salamanca de Madrid.
Con un look muy invernal, Ronaldo aparecía con un jersey de cuello cisne en color negro y una chupa de cuero al más puro estilo Travolta en Grease. Cuentan quienes allí estaban que lo que más llamaba la atención de su outfit eran los diamantes que lucía tanto en pendientes como en anillos. Ella llevaba abrigo gris y unas vertiginosas sandalias negras. La cena duró algo más de dos horas y al pedir la cuenta la estrella del fútbol dudo: primero sacó un fajo de billetes pero finalmente pagó con tarjeta de crédito. A la salida, Cristiano portaba carmín rojo en una de sus mejillas y uno de sus cochazos, un Rolls-Royce Ghost blanco, lo esperaba para llevarlo de vuelta a La Finca de Somosaguas.